Uno de los peores momentos para cualquier madre es tener que reincorporarse al trabajo una vez finalizados los cuatros meses de la baja de maternidad, por razones emocionales, pero también prácticas, dado que en la mayoría de los casos ven limitado su derecho de seguir alimentando a sus hijos con la lactancia materna de manera exclusiva, dado que en pocos centros de trabajo se facilita la tan ansiada conciliación.

Aún así existen excepciones, como pudieron comprobar la semana pasada las participantes en el Taller de lactancia que organiza el equipo de matronas del Centro de Salud de Nules.

Celeste Sanahuja, encargada de dirigir esta actividad, quiso celebrar con las madres y sus bebés la Semana Mundial de la Lactancia Materna de una manera diferente, organizando una visita a un lugar donde sí que existen estas facilidades: el Museu de Medallística de Nules.

Sanahuja explicó que Antoni Romero, concejal del área, «se ha convertido en el típico empleador que facilita mucho las cosas a las madres». La técnica que gestiona estas instalaciones fue madre recientemente y desde el primer momento tuvo a su disposición un espacio específico y facilidades para poder amamantar a su hijo en su horario laboral.

Amparo Clavell, que es el nombre de la trabajadora, quiso compartir la experiencia con sus compañeras del taller de lactancia, que pudieron visitar el museo y alimentar a sus hijos en este entorno histórico y patrimonial.

Según Celeste Sanahuja, este es el ejemplo «que debería cundir a nivel empresarial, cumpliendo al fin y al cabo la ley, respetando los permisos y acondicionando los lugares de trabajo para que, al menos, las madres tuvieran un lugar donde poder sacarse la leche y conservarla de manera conveniente». Mucho queda por hacer, pero dar importancia a los buenos ejemplos ayuda a demostrar que poner las cosas fáciles, es cuestión de voluntad.