Casi una década después del cierre definitivo de la empresa Curtidos Nules, el Ayuntamiento de la localidad ha conseguido que los propietarios legales de las instalaciones, abandonadas y convertidas en «un foco de problemas medioambientales y de seguridad», asuman la obligación de desmantelar y demoler el edificio, según confirmó el edil de Urbanismo, Adrián Sorribes. Unas labores marcadas por la elevada presencia de amianto en esta construcción, un material tóxico y muy contaminante que las encarece ostensiblemente, al requerirse una estricta gestión de los residuos generados.

La historia de este complejo industrial viene de lejos. La crisis económica abocó a la suspensión de la actividad a una empresa que se sumió en un proceso concursal en el cual se acabó repartiendo el supuesto valor de la nave entre cinco entidades bancarias. Supuesto porque, en la actualidad, se ha convertido en un quebradero de cabeza a la hora de decidir qué hacer con un inmueble declarado en ruina.

El consistorio llegó a iniciar la legislatura pasada un expediente a este respecto, que el actual equipo de gobierno se encontró «parado», sin que se hubiera realizado ninguna acción más.

GENERALITAT // Este problema provocó la intervención de la Generalitat, que «llegó a solicitarnos la ejecución subsidiaria de la obra», según Sorribes, valorada en más de dos millones de euros, «que el Ayuntamiento no tenía».

La opción elegida por los responsables municipales para hacer cumplir la legalidad fue advertir a los propietarios sobre la interposición de multas si no se ejecutaba la orden de demolición. Serían 10 sanciones por un valor del 10% del gasto a realizar (unos 200.000 euros cada una).

Fue a partir de entonces cuando se retomaron las negociaciones, que acabaron con la solicitud de licencia de obras, que fue aprobada «a principios del 2017», recordó el concejal de Urbanismo. Esta autorización tenía una caducidad de seis meses que se cumplían en octubre, cuando el coordinador de los bancos solicitó una prórroga, que fue concedida y que ya se ha consumado.

La fianza que establece el citado permiso ya está pagada, de ahí que el concejal Sorribes considere que las esperadas labores darán inicio en un breve plazo.