El mes de julio del 2018 es la fecha límite. A los propietarios de viviendas en Nules ubicadas en dominio público marítimo terrestre les quedan poco más de tres meses para ponerse en contacto con la Dirección General de Costas y solicitar, si así lo consideran, la renovación de la concesión que les otorgaron por tres décadas y que, de acuerdo con la reciente modificación de la ley, les da la opción de seguir ocupándolas por un máximo de 70 años.

Así lo recuerda el Ministerio de Medio Ambiente al enviar a los afectados una carta que, paulatinamente, irá llegando también a quienes se encuentren en esta situación en el conjunto del país.

Requisitos

En concreto, en Nules, uno de los municipios del litoral castellonense con más inmuebles en la cuerda floja (unos 245), ya se reciben las notificaciones que, según ha podido saber Mediterráneo, no significan en ningún caso que se vayan a cubrir las expectativas. Para tener una respuesta afirmativa deberán cumplirse unos requisitos.

El principal es que la casa no haya sufrido ninguna modificación que no haya sido autorizada por Costas. Aunque existen situaciones más delicadas, como en la que se encuentran los herederos de quienes en su día fueron concesionarios. La normativa es clara a este respecto: solo puede solicitar la renovación el titular de la misma. En esa tesitura también están quienes compraron la edificación después del año 1988.

Así, en la localidad existe una casuística tan diversa, que las fuentes consultadas confirman que se analizará de forma individual cada expediente antes de tomar una decisión concluyente.

Sea como sea, la fecha del 2018 lleva en la agenda de los dueños de las casas de primera fila de la playa nulense desde hace muchos años. Así lo recordó la presidenta de la asociación Virgen del Carmen, Marisol Ballester: «En las reuniones lo hemos advertido varias veces». Ayer lunes no pudo concretar cuántos propietarios tienen ya esas misivas , o cuántos han iniciado la tramitación, porque es una cuestión «que gestionan con discreción». Lo que parece probado es que, con realidades tan diversas, la renovación de concesiones es incierta.