El Teatro Alcázar de Nules acogió anoche la presentación de la reina de la Vila 2017, Laura Martí López, que protagonizó una emotiva velada en la que estuvo acompañada por las jóvenes que integran su corte de honor: Alba Darás, dama de Caixa Rural; Sonia Pardo, representante de Sant Joan; Marta López, por Sant Xotxim; y Amara Navarro, dama de Mascarell que, como la propia Laura aseguró unas horas antes del acto, vivieron con intensidad «el inicio de un año especial».

La emotividad de este acontecimiento social y festivo se podía respirar desde hacía días, cuando la futura soberana recibía en su casa a autoridades, amigos y vecinos, en el tradicional manifest de los trajes que lucirá en las celebraciones. Con todo, las sensaciones se intensificaron con la llegada de la comitiva oficial al teatro y en el momento del relevo de su antecesora, Desireé Almela.

IMPORTANCIA DE LAS RAÍCES / La de ayer fue una velada especial por muchos motivos. Entre otros, porque el Ayuntamiento decidió elegir como mantenedora del acto a una vecina, la escritora y poeta de origen alemán Pedra Dindinger, que revivió un momento que ya protagonizó hace 32 años.

Dindinger recordó a todos los asistentes la importancia de los orígenes, que marcan a cualquier persona para bien o para mal. «Las raíces son como impresión sobre el ADN, no se eliminan, pueden desaparecer en algunos momentos, pero resucitan, vuelven y, con la edad, lo hacen con más fuerza», destacó al inicio de su intervención, donde tuvo muy presentes a las jóvenes sobre el escenario, pero también a la identidad de Nules. Dindinger recordó a Francisco Beltrán Bigorra, que ejerció como mantenedor, aunque hace ya casi 70 años.

El de ayer fue el primero de los muchos actos que llenarán la agenda de las nuevas representantes festivas. Los más cercanos llegarán en unas jornadas, con las fiestas de Sant Roc, en la playa, antesala de las patronales.