Son muchos meses de preparativos, muchas personas trabajando y muchos esfuerzos los que se dedican para que, durante un fin de semana, Mascarell se transforme en el atractivo turístico que todos en Nules quieren que sea, y solo hay una manera de medir si todo eso ha valido la pena: el número de visitantes. Quien estuvo allí bien sabe que en las horas puntas no cabía una aguja.

Esa es la satisfacción que muestra la concejala de Fiestas, Patricia Cascales, quien asegura: «Estamos muy contentos porque las miles de personas que han querido visitar la feria podrán dar a conocer la riqueza arquitectónica de Mascarell, que para algunos todavía era una desconocida». Quienes se han acercado a este evento de recreación histórica han podido comprobar «el empeño» que han puesto «para reproducir con el mayor rigor posible la decoración, el vestuario y el atrezzo para que hicieran posible que la gente se sintiera transportada a la Edad Media». Además, con las actividades complementarias, «en un programación muy dinámica, con algo que ver o hacer cada 20 minutos», animaron un paseo por las plazas y las típicas y estrechas calles del anexo amurallado de Nules.

artesanía en estado puro / Desde hace 12 años, el Encuentro de Bolilleras se convierte en otra de las actividades complementarias a la Feria Medieval, aunque desde hace algún tiempo se celebra junto al Mercado Municipal, para no entorpecer su desarrollo.

En esta ocasión, participaron personas llegadas de municipios de la provincia de Castellón, pero también de Valencia. Organizado por la Concejalía de Políticas de Igualdad, que dirige Antoni Romero, incluyó una rifa benéfica por parte de la Associació de Dones per l’Igualtat de Nules.