El fervor de Nules por Sant Vicent Ferrer llevó ayer a miles de vecinos a salir a la calle para disfrutar de una jornada festiva que tuvo el tradicional pasacalle como principal punto de encuentro. Las ganas de celebración pudieron con un tiempo poco apacible y la despertà de los quintos del 91, encargados de organizar este ejercicio los festejos, animó a los ciudadanos a participar de lleno.

El estruendo que provocaron los cohetes que llamaban a la fiesta se mezcló con la lluvia que cayó a primera hora de la mañana y que finalmente amainó, dejando a residentes y visitantes disfrutar de una animada jornada.

Con la primera luz del día ya se oía el galope de los caballos encargados de portar los más de 100 carros que recorrieron las principales calles de la localidad. Los participantes, de todas las edades, vivieron el momento culminante cuando el carruaje daba la tradicional vuelta a la hoguera, encendida delante de la imagen del santo valenciano. La tradición está muy presente y la participación de los nulenses se sucede de generación en generación.

Y es que Sant Vicent se vive y mucho en Nules. Familias y grupos de amigos se reúnen para participar en el pasacalle o almorzar en los bares del municipio, mientras presencian el recorrido, que se alarga durante varias horas, hasta bien entrado el mediodía, acabando en la plaza Mayor, donde se encuentra el dosel engalanado en honor al santo.

fiesta en la calle // La mistela y los buñuelos son imprescindibles y los quintos del 91 se encargaron del reparto entre los asistentes. Tras el desfile, la fiesta se trasladó a las discomóviles que improvisan en las calles diversos establecimientos durante todo el día. La animación y las ganas de pasarlo bien estuvieron muy presentes, convirtiendo esta festividad en una de las más multitudinarias y concurridas de la localidad, donde Sant Vicent es festivo dentro del calendario laboral. Los más jóvenes acabaron ya entrada la noche una larga jornada de celebración, que puso punto y final a las vacaciones de Pascua.

La parte más lúdica se entremezcla con la religiosa. Por la tarde, tuvo lugar la misa en honor al santo, oficiada por Jaime Arenós, y a continuación los fieles y quintos sacaron la imagen en una procesión más corta a causa de la lluvia. Un castillo de fuegos artificiales puso el broche de oro a las fiestas de Sant Vicent. H