Quién iba a decir al Ayuntamiento de Nules que organizar la cabalgata de Reyes podía generar determinadas polémicas. Que se lo pregunten a Carmena o a Ribó. Hasta la decisión más inocente puede tener consecuencias inesperadas en un momento en el que todo trasciende.

Eso le ha pasado a la responsable de Fiestas, Patricia Cascales, que este año, en cumplimiento de la nueva ley de contratación, ha tenido que sacar a licitación la organización de este evento.

En el pliego redactado, una de las condiciones de la adjudicación es que la empresa debe aportar, entre otros aspectos como carrozas o pajes, la elección del rey Baltasar, solo él, que ha de ser «necesariamente de color». La pregunta que surge a raíz de esa publicación es inevitable: ¿Por qué no Melchor y Gaspar?

Para Cascales, la respuesta es de lo más lógica y nada tiene que ver con una discriminación intencionada de este monarca por su raza. Todos los años, según explica, reciben solicitudes de vecinos que «voluntariamente» quieren asumir el papel de tan queridos personajes, «pero ninguno para ser Baltasar, porque nadie quiere pintarse la cara», asegura. Que alguien que no necesite de atrezzo acepte el ofrecimiento «es lo más complicado». Así que desde hace dos años optan por la calle de en medio: dos voluntarios y uno aportado por la empresa, aunque esta vez ha quedado escrito en un papel oficial.