La venta de segundas residencias se reactiva en Castellón. Y lo hace definitivamente. Tras años malos, muy malos, en los que apenas se comercializaban medio centenar de pisos y chalets, los extranjeros vuelven a invertir en la costa provincial. En el 2015 adquirieron 1.163 viviendas, un 2% más que un año antes, pero más del doble que en el 2010, cuando se tocó fondo con tan solo 513 transacciones. En total, los extranjeros gastaron 85,4 millones de euros, a una media de 73.435 por operación inmobiliaria.

Pero, ¿qué tipo de cliente compra apartamentos o villas en la costa provincial? La estadística del Consejo Notarial de Valencia revela que el grueso son franceses, aunque se trata de un mercado en ligero retroceso. Los turistas galos invirtieron en 283 segundas residencias, un 6,60% menos que un año antes. Peñíscola es su destino favorito para comprar una casa (supone el 28%, con 75 operaciones), seguido por Vinaròs (39 compraventas), Alcossebre (35) y Orpesa (21).

Los franceses, aunque en decadencia, lideran la compra de segundas residencias en Castellón pero hay dos mercados en auge: el belga y el inglés. Los clientes procedentes de Bélgica son los que más crecen (un 15,79% ) y durante el 2015 inviertieron en 22 apartamentos y villas. En total gastaron 2,4 millones de euros y lo hicieron, fundamentalmente, en Alcossebre, Vinaròs, Sant Jordi y el Grao de Castellón. El mercado británico sigue idéntica evolución. 55 ventas, un 14,58% más. Alcossebre es su ubicación preferida y le sigue Peñíscola.

EFECTO AEROPUERTO // Aunque los datos todavía son pequeños, la estadística muestra que cada vez más británicos eligen la costa de Castellón para invertir en una casa vacacional. Hay varios motivos. Para los promotores consultados, parte de la explicación hay que buscarla en la reciente modificación de la legislación sobre pensiones en el Reino Unido, que permite a los británicos disponer de golpe de todo el dinero que tienen acumulado en los planes de pensiones privados si lo gastan en adquirir una casa, aunque sea en el extranjero. Eso, junto a la devaluación del euro respecto a la libra, sirve de acicate. “Las perspectivas que tenemos son buenas y pensamos que este 2016 las ventas de casas a turistas británicos pueden ir a más, sobre todo, gracias al aeropuerto de Castellón”, explican en una agencia inmobiliaria de Alcossebre.

Los turistas ingleses y belgas se fijan más en las playas de Castellón, y los alemanes y rusos siguen la tendencia a la inversa. Un dato: los clientes de Alemania solo adquirieron el año pasado 31 viviendas en la provincia, un 29,5% menos que en 2014. La caída del mercado ruso ha sido aún más espectacular: solo 21 operaciones, un 73% menos. Los rusos han comprado 305 segundas residencias en los últimos 5 años.

De todos los extranjeros que han invertido en Castellón en los últimos años los belgas son los más adinerados. En cada operación de compraventa gastan de media 185.585 euros. Les siguen los suecos y los rusos. H