Ostentaron el madrinazgo en sus respectivas gaiatas durante la Magdalena del 2018. Mañana recibirán la banda blanca de Damas de la Ciudad, compañeras perfectas de viaje de la reina 2019, Natalia Palacio. Las seis saben y comprenden el esfuerzo de sus comisiones para sacar adelante los festejos mayores de la capital de la Plana y no tienen ninguna duda de que la gaiata es el colectivo esencial y fundamental de la semana grande. No hay otro.

Proceden de diversas demarcaciones de la histórica luz alegórica: Carmen Molina Ramos, de la plaza del Parque el Oeste; Iris González Milá, de la plaza de Santa Clara; Paula Garcilópez Palau, de la plaza de la Independencia; Selene Tarín Alegre, del grupo Cardona Vives; María Iturralde Cubertorer, de la plaza del País Valencià, y Ana Belén Nieto Ramírez, de la plaza de España.

Todas, de linaje castellonero y de familias que han compartido vivencias en las emociones del tercer domingo de Cuaresma. Que han crecido junto a los fulgores inmortales de las gaiatas y de su triunfo. Que han experimentado la alegría innata en las fiestas jubilares de Castellón.

Más que corte de honor, Damas de la Ciudad, en el inabarcable rosario de palabras que identifican los festejos magdaleneros. Su ilusión es la de todos los castellonenses. Su presente más inmediato es el momento sublime del momento en el que la alcaldesa de Castellón les imponga la banda. Será el comienzo de todo, cuando inicien su particular romería a la ermita de Santa María Magdalena, destino y énfasis de jóvenes castelloneras que atesoran los más preciados valores de ese Castellón tan nuestro.

En la encrucijada de un verano que se acaba y en el septiembre inmenso camino del otoño, lucirán sus mejores galas para arrancar en el majestuoso Teatre Principal los aplausos de la ciudad que se rendirá a sus pies. Es la Imposición de Bandas.