Entusiasmo por el rejoneo. Ese es el denominador común de los centenares de aficionados que se congregaban ayer en los aledaños de la plaza de toros, minutos antes de disfrutar de los astados de Fermín Bohórquez. Entre ellos estaban el alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, y el primer edil de Catí, Pablo Roig, que no quisieron perderse la corrida protagonizada por Rui Fernandes, Leonardo Hernández y Lea Vicens.

El interés que despierta la tauromaquia y la pasión que genera entre sus seguidores no conoce fronteras. Es el caso de Jacopo, Alberto, Beatrice, Claudia, Gabriel, Marco y Luca, un grupo de estudiantes italianos de Erasmus en Castellón, que aprovecharon su estancia académica en la ciudad para presenciar por primera vez un festejo taurino. «España es la cuna del toro y, ya que estamos aquí, no podíamos dejar pasar la ocasión para ver una corrida en directo», explicó una de las integrantes, oriunda de Carpi.

La curiosidad de los recién llegados al sector se conjugó con la larga tradición taurina que arrastran a sus espaldas aficionados más veteranos. Un ejemplo fue Maravello, popular seguidor del bou de les Alqueries, quien, acompañado de Miquel, Moisés, Martín y José - -procedentes de Tarragona-- contaban ya los minutos para entrar en la plaza y disfrutar del mejor rejoneo.