Tras un sábado de parón de presentaciones de gaiata tocaba volver a la normalidad y que el Palau de la Festa volviera a erigirse como el epicentro de la efervescencia premagdalenera. Después de que una nutrida representación del món fester desfilara por Fitur para promocionar los numerosos encantos y atractivos de las fiestas fundacionales de Castellón, las puestas de largo de los diferentes colectivos se reanudaban. Y la encargada de reprender la mecha era la histórica y conspicua gaiata 6, Farola-Ravalet, que dio a conocer mediante una entretenida presentación a las jóvenes representantes que actuarán como embajadoras del colectivo en la Magdalena de este 2017.

Las bellas damas del sector fueron desfilando entre los aplausos de los presentes mientras, como telón de fondo e hilo conductor del acto, una joven se veía arrastrada por un tornado al fantástico mundo de Oz. Igual que la novela, así empezaba la pequeña obra teatral que brindó el colectivo para amenizar la velada. El Palau de la Festa se convirtió por una noche en el popular palacio de la Ciudad Esmeralda y, por turnos, los asientos reales fueron ocupándose. Especialmente los dos tronos que coronaban el escenario del lugar, los cuales iban destinados a las dos nuevas madrinas de Farola-Ravalet. Y ese honorable y distinguido cargo recayó en Andrea Piqueres Manasé y Alejandra Gallén Montañés, respectivamente, quienes desde el pasado sábado son las luces más brillantes de la gaiata sis.

Así pues, a medida que la comisionaria perdida en Oz buscaba la manera de derrotar a la malvada Bruja del Este para devolver la paz al reino y regresar a Castellón, las numerosas representantes del sector se fueron abriendo paso. Dicen que para entrar, primero hay que dejar salir, de modo que, antes de presentar a la flamante comisión, era momento de dar una despedida en su justa medida a las dos madrinas salientes. Rocío Querol Vilar y Claudia Beltrán Palencia decían adiós a «un año mágico y lleno de recuerdos inolvidables» y cedían el testigo, entre alguna que otra lágrima, a Andrea y Alejandra.

Pero las nuevas embajadoras del sector no pueden representar toda la magnificencia de Farola-Ravalet solas, así que necesitaban la compañía y el apoyo de una protocolaria corte de honor.