Cariñosa y dulce. Con voz de princesa de la fiesta, sublime, ilusionada y atenta a cada una de las vivencias que va a experimentar como madrina infantil de El Toll para las fiestas de la Magdalena del 2018, Carolina Álvarez García tiene muy claro cuál es su papel en el seno de la comisión de la plaza María Agustina, «representando a la gaiata y a los niños del sector».

Este es su cuarto ejercicio festero, lo que significa que ha ido disfrutando de las excelencias que para cualquier niña castellonera representa formar parte de una comisión infantil. Recuerda los bellos momentos de la pasada imposición de bandas en el Teatro Principal, cuando la propia alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, le colocó sobre el pecho el distintivo de madrinazgo.

Cuenta que la primera autoridad municipal le dijo «tranquila», y le dio dos besos.

Y es que en el primer gran acto que estaba viviendo como representante infantil de El Toll los nervios querían adueñarse de esta preciosa niña y las palabras de la alcaldesa sirvieron de bálsamo reconfortador (Amparo Marco es madre de dos niñas y sabe como nadie los afanes, ilusiones y esperanzas de la gente menuda que camina hacia el futuro).