Alarde de colorido. Mixtura de tradiciones. La historia recreada y sentida. La Germandat dels Cavallers de la Conquesta escenificó el momento en que se fundó la ciudad de Castellón, en los idus de septiembre de 1251, y en el que la antigua alqueria de Fadrell, frondoso verde en lengua mozárabe, se convertía en vila de Castelló gracias al documento firmado en Lleida por Jaume I, y que autorizó el traslado desde el Castell Vell a las llanuras de la Plana.

Con un relato riguroso a cargo de Jaume Cristòfol Vicent Aguilar, «tras la conquista de las tierras insulares de Mallorca se inicia la gesta para alcanzar la Valencia dominada por los árabes, entrando por Morella...», y frente a la renovada fachada de la casa consistorial, surgieron metáforas y evocaciones de como fue aquel día, aquel tiempo, aquellas vicisitudes que consagraron a la capital de la Plana en ciudad victoriosa y naciente un 8 de septiembre.

Con Na Violant d’Hongria 2017, Marina Redó Fortanet, y sus dones de companya como testigos privilegiados, hubo una liturgia de estandartes, bombos y tambores e historia viva inundó la mañana castellonense. Con las palabras del prohom de la Germandat dels Cavallers, Luis Oria, que apeló al Castellón de las tres culturas y a la voluntad del equipo municipal de gobierno de impulsar la fiesta de la fecha de la génesis del Castellón actual en su 766º aniversario, en una cita que es compromiso y hermandad, valentía y futuro. Y también, libertad.

Vicent Guillamón, concejal del PP en el Ayuntamiento de Castellón, y que encarnaba la figura de Jaume I --ya lo hizo en la cabalgata del Pregó-- se encargó de leer el privilegio de traslado, y cuyo original se encuentra en el Archivo de la Corona de Aragón.

URBE DE FUTURO // El pergamino con el texto se lo entregó a la alcaldesa en una alegoría de la fundación de la ciudad, 766 veces consagrada como urbe de futuro y esperanza en un camino recorrido por todos.

La primera autoridad municipal destacó en su discurso la voluntad de crecimiento de Castellón como ciudad tolerante y de acogida, como baluarte y esencia de las tradiciones.

Prácticamente toda la corporación municipal, como lo hizo el viernes en el homenaje a Jaume I de los Templarios, estuvo en una ceremonia que, auspiciada por la Germandat dels Cavallers, nace para quedarse en el calendario festivo en un 8 de septiembre de todos. A destacar en el seno de los participantes las secciones de bombos y tambores Desperta Ferro y la Milicia Templaria.

Castellón fue más ciudad, más historia, más Castellón, más Jaume I con la Germandat dels Cavallers de la Conquesta.