Con sus 35 años de historia, la demarcación urbana de la gaiata 18, la de la plaza de España y adyacentes, no solamente tiene unas señas de identidad propias, sino que además ha sido testigo mudo del desarrollo urbanístico en la zona oeste de Castellón. El que fue primero barrio de dalt de la via, con la barrera urbana de las vías del ferrocarril que partían en dos el tejido urbano de la capital de la Plana, su posterior supresión, en el año 2000, marcó nuevos aires de futuro y de esplendor.

Más aun, cuando la inauguración de El Corte Inglés convirtió a esta zona de la ciudad en el nuevo centro comercial por antonomasia de la capital de la provincia. Un El Corte Inglés cuyas instalaciones se visten de fiesta en clave 18 cuando llega la semana grande de la Magalena, ya que es precisamente en su Ámbito Cultural donde se realiza la presentación del llibret de Crèmor, en uno de los acontecimientos festivos de mayor calado en las jornadas previas a los días grandes de la gran semana castellonera.

Un paseo por las calles y plazas de Crèmor lleva a rincones de bullicio ciudadano, como la propia plaza de España, encrucijada y cruce de caminos entre los castellonenses que van y vienen hacia la moderna estación del ferrocarril; los que entran y salen de El Corte Inglés; los que pasean y disfrutan de los modernos jardines que atesoran este espacio que habla de nuevas formas y gestos en la moderna concepción de Castellón.

Pero también existe un Castellón castizo y popular en Crèmor. Con sus viales con nombre de pueblos de la provincia, como el triunfante paseo Morella que transporta a los viandantes hasta la ciudad universitaria, como las calles Borriol, Useras, Cabanes, Zorita, Vilafamés... y también de otros pueblos de fuera de la provincia. Es el caso de la calle Gátova, municipio que perteneció a la provincia de Castellón hasta su paso a Valencia, o calle Sagunto, en recuerdo de la histórica villa romana valenciana.

PÁLPITO DE LA CIUDAD // Crèmor es, sobre todo, ese barrio donde todo el mundo se conoce, en el que la vida se hace presente como pálpito de la ciudad con sus pequeños comercios, sus bares y cafeterías, sus colegios, su iglesia (la mercedaria parroquia de San José Obrero), su centro de salud, sus plazas como la del Pintor Sorolla o Cronista Muntaner, y también ese conjunto de masets modernistas que hablan de un pasado de esplendor con la pequeña ermita huertana de Sant Joanet del Riu. Eso es Crèmor y más. La demarcación de la gaiata con el guarismo 18. H