La luz resplandeciente y legendaria brilla en la semana grande magdalenera en los alejados barrios del sur de la ciudad. La de la gaiata 19 que imprime su carácter de colectivo dinamizador de las fiestas oficiales y cuando son las comisiones de sector las instituciones esenciales y fundamentales de los festejos mayores en torno al tercer domingo de Cuaresma.

Y es que desde el vetusto Grupo Cardona Vives, con el recuerdo a la antigua Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón como impulsora de viviendas sociales a los nuevos viales que rodean el pabellón Ciutat de Castelló, la gaiata 19, última de las que se crearon y a la espera de nuevas incorporaciones en la nómina triunfante de las comisioens de sector, como la esperada gaiata 20, ha creado su propio universo gaiater para dar respuesta a las necesidades de fiesta tradicional y popular para unos vecinos que también son Castellón, que viven en Castellón y que respiran en clave de Castellón.

Una ingente labor que habla de la generosidad de los hombres y mujeres de La Cultural que dedican su tiempo a trabajar por la fiesta. No se puede entender la reciente historia de los últimos 30 años de evolución urbana en esta zona de la ciudad sin la presencia constante y soñadora de la gaiata con el guarismo 19 grabado en su escudo.

La Cultural para hacer fiesta y organizarla, pero también para hacer proselitismo del espiritu gaiater, de la filosofía magdalenera en forma de gaiata, la que crearon e impulsaron los padres fundadores de la Magdalena en su estructura actual. Espiritu de gaiata como verdadera forma de vivir intensamente lo que representa el júbilo del tercer domingo de Cuaresma frente a otras alternativas que no son más que sucedáneos y añadidos de talante individualista a la hora de concebir Magdalena. La gaiata como colectividad, generosidad y apertura de miras para el pueblo. Para que los alejados barrios del sur tengan su gaiata. La que le corresponde. La 19. H