Ostentaron el madrinazgo en sus respectivas comisiones de sector. Enclaves urbanos que atesoran la esencia de la fiesta magdalenera. Son las seis Damas de la Ciudad que esperan esperanzadas el momento culminante de recibir la banda blanca. Jóvenes y mujeres que conforman la corte de honor y amor de la reina Carla.

Sus nombres y su procedencia festera: Beatriz Belenguer Mércé, de la gaiata 15, sector triunfador donde los haya; Laia Tirado Salvador, del Grao, en siempre presencia amable de las gentes del mar en las fiestas mayores de Castellón y en el mutuo aprecio hacia el Sant Pere milagroso; María Torres Claramonte, de la labradora Fadrell, partida inigualable de naranjos y azahar; Natalia Palacio Bernad, del Brancal de la Ciutat, y de familia enraizada con las tradiciones más entrañables del castellón eterno; Patricia Lacasa Bernat, del Cor de la Ciutat, el barrio de las tres culturas con ecos neogóticos y renacentistas, y Raquel del Vigo Ferrer; de la gaiata Huerto de Sogueros.

Exponentes de una juventud gaiatera que apuesta por vivir la fiesta evocando los ancestros de un pueblo, cuyo origen se remonta a la noche de los tiempos, lucirán sus galas de castellonera como demostración jubilosa de ese estado de felicidad máxima que supone alcanzar la banda blanca de Dama de la Ciudad.

Y es que, como un elemento más en la riqueza de nuestros festejos, desde 1945, --priemr año triunfal de la Magdalena en su estructura actual--, la Corte de Honor de la reina de la Magdalena son más que damas. Son Damas de la Ciudad, en un nombre y apellido que vinculan a las acompañantes de la reina de las fiestas con la urbe a la que representan. Damas de la Ciudad turquesa y naranja embelesadas ante el fulgor del universo magdalenero que se redescubre un año más en el Teatro Principal, mañana sábado en su Imposición de Bandas. Las de Castellón.