Sin música, la Magdalena sería diferente. Y este fue el estandarte que defendió la gaiata Castalia para presentar, ante los vecinos de la capital de la Plana a sus máximas representantes para el 2017. Lorena Segarra Sánchez y Clara Sanz Sánchez fueron proclamadas madrinas de Castalia para las fiestas fundacionales de Castellón.

El sábado por la noche, el Palau de la Festa se vistió de gala para recibir a los amigos, vecinos y componentes de sector 14 para disfrutar de una cita que calentó motores para las fiestas de la ciudad.

La música fue el hilo conductor de la velada, un elemento indispensable en las fiestas de la Magdalena y que quisieron ensalzar los componentes de Castalia.

Luces en el escenario y una suave melodía abrieron paso a Nicomedes Barreda y Pau Barreda. Ambos interpretaron una escena familiar, donde abuelo y nieto deliberaron sobre la Magdalena, la relevancia de formar parte de ella y la figura de la música como parte indispensable de ella.

Con un escenario decorado con corcheas y semicorcheas y luces a rabiar, el Palau recibió entre aplausos a los portaestandartes Sara Mínguez Usó y Alejandro Miranda Sales, acompañados por las colaboradoras María Lidón García Gargallo y Anna Feliu Usó.

Daniel Torejón fue el encargado de presentar a las que fueron las madrinas del pasado ejercicio, que con rebosante emoción recorrieron el recinto fiestero Nerea Fabra Bataner y Helena Mínguez Usó, junto al presidente infantil del 2016, Eloy Soria Izquierdo.

Seguidamente el presidente infantil del 2017, Hugo Cheza Carro tomó el escenario para poner las bandas a los que son el futuro de la comisión, las damas infantiles Paula Garrido Vizcaíno y Lidia Bellés Cheza. No faltaron en el Palau de la Festa la madrina de honor infantil del sector Emilie Fajardo Gonell del brazo de Pablo Talaverano Cheza y la gaiatera de honor infantil Deborah Fernández Esteller. Con el presidente del sector, Daniel Martí Andreu en lo alto del escenario, llegó el turno de recibir y condecorar a las damas de Castalia: Noelia Sánchez Ortega de la mano de Rafael Gregorio Ariño y Paula Torres Andreu junto a Borja Castillo Roig. Todos ellos fueron recibidos con las notas que desprendían las dolçainas y tabals que custodiaban el escenario, bajo conocidas canciones tarareadas por un público animado del Palau.