Los ‘padres fundadores’ de las fiestas de la Magdalena en su estructura actual no dejaron nada a la improvisación. No solamente organizaron un completo programa de festejos, tal y como los conocemos ahora, sino que para dar incluso más brillantez a la gran epopeya de convertir una fiesta que se celebraba de antiguo, en unos festejos de impronta especial, declarados de interés turístico internacional en el 2011 por el Gobierno de Zapatero, dieron a cada nombre de las cosas un vocablo diferente y singular.

Así, las jóvenes que iban a formar parte de la corte de honor de las madrinas serían damas con título (damas de sector), para dar mayor relevancia a la representación femenina de las asociaciones de dinamización festera que iban a ser las gaiatas, y solo esas. Si se hubieran querido hacer otros colectivos se hubieran hecho.

Comisiones de sector como guardianes del tesoro de la luz, símbolo fundamental de la fiesta magdalenera. Colectivos que hacen gaiata, arquitectura efímera que “convierte la noche en claro día”, y que son la base fundamental del por qué de la fiesta magdalenera en su estructura actual. Sin otros colectivos igual habría Magdalena. Gaiata como razón de ser.

El Palau de la Festa acoge el homenaje de la ciudad a estas asociaciones de dinamización ciudadana y festera. Una ceremonia en la que se refrenderán los valores del trabajo, del tesón, las horas de sacrificio y el esfuerzo de los centenares de castellonenses que integran las comisiones de sector desde la generosidad, la vocación y el espíritu de hacer fiesta para la ciudad, de hacer gaiata, de llevar la bandera sincera del castellonerismo más puro, sin ánimo de lucro, sin negocios, sin la capacidad voraz de ganar dinero. Porque fiesta es tradición y más, sobre todo, la de la Magdalena, en la que los castellonenses sentimos ‘l’orgull de genealogia’.

GAIATER DE L’ANY // Y, en el marco de un protocolo inalterable a lo largo de los años, durante el homenaje a las damas de sector tendrá lugar al entrega del título de Gaiater de l’Any a Pepín Marco, el decano de los artistas gaiateros de la ciudad, recién nombrado presidente del nuevo Gremios de Maestros Gaiaters, y que recibirá el reconocimiento de la ciudad por su entrega, dedicación y esfuerzo a hacer realidad todos los años monumentos de luz.

Con una gran cantidad de premios de gaiates, Marco es el exponente de un arte, el hacer gaiates, que se está poniendo en valor. Y es que, la elaboración de las arquitecturas efímeras de la luz necesitaban de una defensa propia, de un baño de autoestima en al encrucijada del futuro de los festejos fundacionales de la ciudad. De ahí que, con la entrega de la distinción a Pepín Marco, se abre un periodo de excelencia en ese trabajo, muchas veces infravalorado de elevar al cielo en su verticalidad las obras monumentales que desfilan en la noche del tercer domingo de Cuaresma.Marco, abanderado y heredero de una gran tradición. H