El Juli sí toreará en Castellón esta tarde. Algunos aficionados tuvieron sus dudas tras no comparecer en Olivenza la semana pasada, donde estaba anunciado dos tardes, después de que se le agravara la herida de la cornada sufrida en Bogotá. En la capital colombiana, el toro Lancero de Juan Bernardo Caicedo al que acabaría perdonándole la vida, le propinó una cornada durante la faena y, a pesar de la gravedad de la misma, Julián continuó toreando hasta que el astado fue indultado.

Pocos días después comenzaba a recuperarse de la cornada en su finca. No preocupaban los 15 centímetros de longitud de la herida, sino la rotura de isquiotibiales que le provocaba fuertes dolores. Pero todo indicaba a que Juli, conociendo su raza y amor propio, estaría cumpliendo pocos días después con sus actuaciones en Olivenza. Una complicación de última hora en la herida se lo impidió. Una inflamación por acelerar el proceso de recuperación tiró por tierra sus ilusiones de reaparecer en una plaza tan significativa para él.

Tras colocarle un drenaje, remitió la inflamación y el torero comenzó hace unos días a preparar su esperada reaparición. Según dijo en la gala de presentación de los carteles de Las Ventas, «he tenido algunas complicaciones en la recuperación por forzar más de lo debido y me tuvieron que volver a intervenir. Ahora ya puedo decir que estoy casi al cien por cien y muy contento. Era imposible estar en Olivenza con el drenaje puesto y la verdad que lo he sentido mucho, pero voy a estar en la Feria de la Magdalena».

Ausente en Fallas

Muchos son los aficionados valencianos que se desplazarán hasta Castellón para poder verle, ya que este año no está anunciado en la Feria de Fallas. El motivo: no poder matar la corrida de Garcigrande, que la empresa ya había reservado para Enrique Ponce. No hubo entendimiento esta vez, eso no significa que no lo haya para Julio, puesto que, a pesar de que también parecían rotas las negociaciones con Simón Casas para Madrid, finalmente hubo entente cordiale y El Juli matará, mano a mano con Ginés Marín, la corrida de la Cultura. A Juli siempre le motivaron retos como este, medirse, como siempre han hecho los grandes para marcar diferencias, con los jóvenes que quieren arrebatarle el cetro del toreo. Lo hizo con Roca Rey y López Simón. Ahora, con Ginés Marín y en Las Ventas.

«Madrid es vital para mí y siento la necesidad de torear en ella», aseguraba en el mismo acto. «Madrid es una de mis ilusiones permanentes y una de mis grandes motivaciones para lo que me preparo y entreno todo el año. Esta temporada que cumplo veinte años de alternativa no podía faltar a Madrid. Me presento en una tarde de mucho compromiso con el triunfador del pasado San Isidro. Será un mano a mano de mucha competición y de un altísimo nivel entre Ginés Marín y yo. Responsabilidad e ilusión unidas para la gran ocasión».

El Juli se medirá esta tarde con otras dos figuras del toreo: Manzanares y Talavante, dos diestros que tantas tardes le han acompañado en esta nueva etapa de la carrera del madrileño. Ojalá el mejor regalo de su veinte aniversario de alternativa sea un triunfo histórico en esta plaza.