Prepárate para la nueva era El Toll». Con ese sibilino mensaje que rezaba en la imponente pantalla del Palau de la Festa, la gaiata 10 daba la bienvenida a los asistentes, a la espera de que la puesta de largo del sector plaza María Agustina comenzara.

El desarrollo de la presentación corroboró ese eslogan inicial: se respiran nuevos aires en El Toll. El colectivo apostó por trasladar al público a un mundo lleno de fantasía, habitado por hadas madrinas y en el que «solo existe la diversión y los sueños se hacen realidad». Buena fe de ello pueden dar Laura Palomo Martí, madrina, y Martina Bellido Agüera, madrina infantil, quienes recibieron un particular baño de masas, además de las bandas que las acreditan como las máximas representantes de la gaiata para la Magdalena 2017. Fue el momento cumbre de una velada dirigida a rendir pleitesía a las que serán las dos caras más visibles del colectivo durante las próximas fiestas fundacionales. Así, Laura y Martina emularon a Campanilla --ayer rebautizada para la ocasión como Tolleta-- y, pese a no ser hadas con poderes, derrocharon una magia que cautivó a la multitudinaria audiencia que se congregó en el Palau.

Las jóvenes accedieron al trono Tollero de la mano de las dos personas que encarnan y simbolizan el renacido espíritu de cambio que quiere transmitir el sector: Enzo Montañés Agüera, presidente infantil, y Eugenia Gasch Agüera, presidenta. Su desfile fue el instante culmen del emotivo evento. Emotivo más que nunca, puesto que el acto empezó con un respetuoso minuto de silencio en memoria de Andrés Marco, padre de la alcaldesa de la ciudad, quien falleció la pasada noche del viernes a los 79 años.

Tras esa sincera muestra de duelo y antes de dar la bienvenida a las nuevas madrinas de El Toll, era turno de despedir a sus predecesoras, Beatriz Rodríguez Domínguez y Lucía Álvarez García, a quienes agasajaron con un sonoro aplauso para cerrar un periplo mágico y lleno de experiencias inolvidables como representantes del sector. También fue homenajeado el expresidente de la gaiata, Enrique Alonso Torres, quien impuso la banda a la que ha sido su sucesora, Eugenia Gasch, gesto que ella devolvió regalándole una placa por su etapa al frente de la organización.

Acto seguido, llegó el momento de recibir a la madrina de honor, María Beser Gasch, quien irrumpió en el escenario al lado del portaestandarte, Héctor Flores Silvestre. A continuación, fue la hora de conocer a los miembros de la renovada comisión, por lo que, paulatinamente, las siete damas de la gaiata --cinco mayores y dos infantiles-- sintieron el calor de sus allegados mientras desfilaban por la alfombra central del Palau. De esta forma, Cinthya Broch Mas, acompañada de Cristian Espinosa Miranda; Alba María Esteve Mendoza, del brazo de Pedro Espada Bueso; Yaiza Robles Alonso, escoltada por Héctor Marco Semper; María Albalat Moliner, junto a su hermano Marc Albalat Moliner; y Ana Balado Mateu, fletada por Francisco Artero Soler, se ganaron las respectivas ovaciones del público. Antes de acoger a las flamantes madrinas, solo quedaba presentar a las dos damas infantiles de la «nueva era» de El Toll: Carolina Álvarez García y Raquel García Padial, acompañadas por Mikel Montañés Agüera, Jorge Frías Padial e Iván García Padial, respectivamente. Fueron los prolegómenos del clímax de la ceremonia, que, como todos esperaban, convirtió a Laura y Martina en las máximas representantes del rejuvenecido ente Tollero.

Pero aún aguardaba un último detalle a reseñar: «la gran fiesta final», tal como ilustraba la proyección. Y esa no era otra que una rítmica y estruendosa actuación de la cofradía Cristo de Medinaceli de Castellón. Un espectáculo con la percusión como protagonista, donde los tambores y bombos resonaron en el engalanado Palau tan alto como la ilusión que tiene la nueva comisión de afrontar las próximas fiestas. No en vano, la noche del sábado no solo fue la presentación de la gaiata 10 al público castellonense, sino el punto de partida de un histórico sector repleto de savia nueva. Una esplendorosa puesta de largo del colectivo, que estrenó madrinazgo y que impregnó a todos los asistentes del renovado, pero fiel orgullo Tollero. Ellos ya han empezado la cuenta atrás para la Magdalena 2017. H