Es un sueño cumplido que conlleva una gran responsabilidad, ya que representar al distrito marítimo como se merece es un cargo del que hay que sentirse muy orgullosa». Son las nobles palabras de Lidia Gómez Vicente, que recibirá este sábado en el Palau de la Festa su banda de madrinazgo como dama del mar que trae las luces del Grao para generar emociones en Magdalena.

Con 18 años, estudia primer curso de Educación Primaria en la Universitat Jaume I y lleva más de una década en el seno de la comisión de Sant Pere: «Empece en el 2009, siendo dama infantil. En el 2010 ocupé el cargo de madrina de los niños --y también reina de las fiestas de Sant Pere--, desde el 2011 hasta el 2014 fui colaboradora y desde el 2015 al 2018 he ocupado los cargos de dama de sector», explica detalladamente.

De los actos de la semana grande espera con mayor ilusión «todos porque cada uno de ellos tiene una significación especial para las fiestas». «Pero desde pequeña he tenido devoción por el Desfile de Gaiates y por la ofrenda a la Mare de Déu del Lledó», matiza. También siente su veneración por la particular Romeria de les Canyes desde el Grao y el Coso Multicolor», añade la joven embajadora de la luz marinera.

Tiene su propia opinión de por qué la gente joven no se implica en las gaiatas: «Sinceramente, creo que la juventud de hoy en día busca solo la fiesta, pero les animo a que se interesen por el mundo de las gaiatas, ya que aprenderían a vivir la Magdalena de una forma diferente y única».

Aficionada al fútbol, ha jugado en el CF San Pedro del Grao y actualmente lo hace en el CD Drac Castellón. Además, en su tiempo libre le gusta ir a los diferentes pueblos de la provincia a disfrutar de una de sus pasiones, los toros. De signo zodiacal Géminis, tiene palabras de satisfacción por pertenecer a una comisión que son «una piña».

Cuando el pasado sábado realizó la ofrenda de la Gestora de Gaiates, pensó que «se acercaba» el momento de su presentación y que en una semana estarían «en lo más alto del escenario», en una gala en la que van «a tener los sentimientos a flor de piel», admite durante las horas previas.