Llenazo. La Magdalena de la 75ª edición subirá al podio de la participación, de las fiestas en la calle, con la medalla de oro, y con menos incidentes, destacando el nivel más bajo en siete años de quejas por molestias generadas por la semana grande.
Terrazas a tope, bares «sin mesa hace semanas ni para el sábado ni para el martes», hoteles «al 85% el fin de semana», y la calle convertida en un hervidero de personas desde la mañana hasta bien entrada la noche, sobre todo en los epicentros de las fiestas, del Primer Molí con las multitudinarias mascletàs, a la plaza España con el Mesón de la Tapa y la Cerveza de Mediterráneo; los encierros infantiles, el Som Circ, los tardeos en cada esquina y las verbenas y conciertos... Castelló sale a la calle, y este 2019 parece que «más que nunca, sin duda más que en los últimos años».
Dolores Guillamón, presidenta de la Cámara de Comercio y gerente del Hotel Doña Lola, entre otros establecimientos de la ciudad, explicó ayer que «esta Magdalena va a tope, con un primer fin de semana muy bueno, aunque ha pegado un poco de bajón entre semana, pero para coger fuerza cara al jueves hasta el domingo, cuando llega el verdadero llenazo, sobre todo con la Feria Taurina, que arrastra gente con más poder económico que pernocta, sale a comer y vive las fiestas como el que más».
Desde el Ayuntamiento de Castelló explicaron ayer que los servicios extraordinarios de TRAM y autobús nocturno «van a tope cada día», aún sin cifras, con «un muy buen funcionamiento de las paradas a demanda, que están siendo muy solicitadas», según avanzó ayer la concejala de Igualdad, Verònica Ruiz.
Menos protestas
En un primer balance de seguridad, en el ecuador de la semana grande, la Policía Local destaca que han bajado, y mucho, las llamadas por protestas de ruidos de collas y gaiatas, de los 32 del 2013 a las 15 de este año. En total, han sido 1.179 llamadas por servicios, 354 para pedir información y 27 por posibles actos delictivos, 80 por asistencias sanitarias, 28 microincendios o 21 asistencias a personas ebrias.
