La afición taurina está más que asegurada en Castellón, como dejaron ayer constancia las decenas de pequeños que disfrutaron del encierro infantil, organizado por Bou per la Vila y Mediterráneo. Niños de todas las edades, acompañados por padres y abuelos, se dieron cita en la céntrica plaza Santa Clara para participar en una vibrante carrera llena de diversión.

El evento volvió a ser un año más multitudinario, gracias a la gran acogida del público castellonense. En total, los participantes disfrutaron de tres encierros, recorriendo la calle Mayor hasta la plaza María Agustina. No faltó de nada y, al más puro estilo San Fermín, los pequeños entonaron el cántico, periódico en mano, para dar inicio a la carrera. Los participantes lo pasaron en grande delante de los peculiares toros, sintiendo la adrenalina y protagonizando momentos de infarto ya fuera solos o en compañía de sus mayores. Y es que padres y abuelos también se animaron a correr.

Todos los allí presentes protagonizaron una carrera limpia, trepidante y muy divertida. El ambiente festivo acompañó, así como las condiciones meteorológicas, con temperaturas cálidas que animaron a vivir la fiesta en las calles. El encierro brindó tres carreras, con cuatro toros y un manso; y una lluvia de caramelos sirvió de colofón.

acto imprescindible // Risas y nervios por acercarse a los astados, intentando no dejar nada a la improvisación, aunque resultara complicado. Los participantes dejaron claro que les gustan los bous al carrer y que esta afición no entiende de edad. Y es que los encierros infantiles ya se han convertido en un referente incluido en la programación ideada para los más pequeños dentro de las fiestas fundacionales.

otra oportunidad // Los asistentes que quieran repetir la experiencia pueden volver a hacerlo mañana a la misma hora, a las 13.00 horas. De este modo, aquellos que ayer no pudieron acercarse al acto, con punto de salida desde la plaza Santa Clara, tienen otra oportunidad más para ponerse delante del toro y demostrar la valía en los quiebros y la agilidad necesaria para no sucumbir a los astados de cartón, que dan vida a este encierro.

Sin riesgos y con muchas ganas, los mozos más pequeños volverán a vivir momentos repletos de diversión, con estos peculiares toros como garantes del mejor entretenimiento.