Diez años después vuelve Juan Bautista a Castellón. Este 2018, el torero francés va a recoger muchos de los frutos que sembró el año pasado por todas las ferias, no solo de Francia, donde es una figura más que consagrada, sino sobre todo de España, que es donde sus triunfos han cotizado al alza su carrera. «Mi última tarde allí fue hace diez años, en 2008. También aquel año hice mi último paseíllo en Sevilla y esta temporada vuelvo a pisar la Maestranza. Son circunstancias por las que pasan los artistas en el toreo, un día dejas de acudir y ya no vuelves. Esta temporada vuelvo a muchas de esas plazas que hacía años que no pisaba, gracias a la temporada tan buena del año pasado. Los esfuerzos tienen su recompensa».

El torero de Arles recuerda algunas tardes en esta plaza, pero sobre todo, una actuación en la corrida de Cuadri que le dio mucha moral. «De Castellón tengo recuerdos bonitos. Debuté con una novillada de Jandilla en el año 1999. Pero en 2001 llegó una de mis faenas más importantes en esa plaza, a ese toro de Cuadri, que fue todo un aldabonazo en mi carrera. Después de pincharlo le corté una oreja, porque era de dos», asegura el torero nacido en Francia.

Versatilidad

Es importante resaltar esa tarde porque pone en valor lo que precisamente ha relucido en Juan Bautista estos últimos años, su versatilidad frente a todo tipo de encastes.

Y es que a pesar de sus casi veinte años como matador de toros, su presencia en las ferias despierta expectación para el aficionado más purista, ya que se va a encontrar a un Juan Batista totalmente distinto. Ya no es solo el torero con oficio o académico.

Se juntaron muchas circunstancias: la madurez, la maestría, la profundidad, los conocimientos, el asiento… se dio un paso más allá, en el que superó al Juan Bautista tanto de la regularidad como también al de los recursos.

Un año para enmarcar

2017 fue un año para enmarcar. El mejor de toda su carrera. Ha habido unanimidad en sus triunfos y sobre todo, en su toreo, que ha dado un paso de gigante en su evolución. «Se ha valorado mi capacidad de torear, entender y triunfar con distintos encastes. Fíjate que este año la unanimidad ha sido general, incluso a pesar de no haber abierto una puerta grande en una plaza de primera en España», explica el torero francés antes de volver hoy a Castellón.

¿Qué es lo que ha cambiado en este nuevo torero para llegar donde está?, le preguntamos al diestro francés: «Adaptándome al toro, al público, he conseguido cosas preciosas, pero ahora es cuando lo estoy haciendo con más regularidad y con más rotundidad», explica el francés, quien añade que «después de 18 años de alternativa lo importante es seguir dando guerra, para renovarse hay que sorprender, sobre todo por la cantidad de jóvenes y novedades que han aparecido en el escalafón en los últimos años».

«Mi ilusión es que todos los años el público vea algo distinto. En España mi ambición era volver a situarme en las ferias, entrar en los grandes carteles y dar pelea a todos los toreros nuevos, seguir en la pomada y conseguir que el año que viene sea igual o mejor», reconoce el torero.