Procedente de otros colectivos festeros, Nadia Mas Gasulla llega al trono de Crèmor con la iusión como bandera y el convencimiento de estar viviendo «un año maravilloso» en las asociaciones esenciales y fundamentales de las fiestas de la Magdalena como son las gaiatas, y que tienen en la 18 su paradigma de esencia de luz y tradiciones.

Para esta morena de belleza transparente, ojos iluminados y mirada cristalina, de signo zodiacal Sagitario, «soñadora y aventurera», ser madrina es un caminar hacia la luz del tercer domingo de Cuaresma, «una agradable experiencia», compartiendo con la gente de Crèmor el deslumbrante paso de los días en cada uno de los actos oficiales a los que ha tenido que asistir: «Nombramiento, imposición de bandas, paellas en el Raval Universitari, sábados en el Palau de la Festa, presentacion de la reina de la Huerta de Valencia…», y así hasta llegar a su proclamación como embajadora de la plaza de España y adyacentes.

Con una numerosa comisión, también con muchas damas de sector y con un ambiente familiar «en una gaiata trabajadora» que le «encanta». Estudiante de un módulo superior de Técnico de Mejora de Diagnóstico de la Imagen y Medicina Nuclear en el campus del CEU-Cardenal Herrera de Castellón, el poco tiempo libre que le queda entre sus obligaciones festivas y de estudio los dedica a leer «novelas de misterio y clásicos como El niño con el pijama a rayas, los de la saga de Crepúsculo, o Las memorias de Idhun», concreta.

Imagina su presentación de mañana extraordinaria, afable, sentimental y grandiosa: «Solo sé que la están trabajando mucho y que se están esforzando para que sea muy bonita», asegura Nadia sin perder en ningún momento ese espíritu de vivir con intensidad esos momentos de gloria eterna que se transfiguran en el acto de su proclamación oficial.

Nadia invita al sector y a los castellonenses en general a que se sumerjan en la vivencia única de una gaiata. H