Portal de l’Om. Tantas vivencias, nervios a flor de piel, gaiata vivida en familia, emociones compartidas, ilusión magdalenera. Natalia Collazos Rovira es la madrina infantil de la gaiata 8 para las fiestas de la Magdalena del 2016.

De dulce sonrisa y acaremalada ternura, hija y nieta de gaiateros como vocación en el compromiso a las tradiciones de la ciudad, Natalia no duda en señalar que su madrinazgo le hace “mucha ilusión”, y espera su acto de proclamación con feliz inquietud, una ceremonia que “seguro será muy chula”. Este año estudia cuarto curso de Primaria en el colegio de Nuestra Señora de la Consolación, centro al que va también la madrina mayor, y donde cuando se ven se funden siempre en un abrazo en una complicidad de sentimientos y de viaje maravilloso por el país castellonero.

De la semana grande señala como sus actos favoritos “la primera mascletà”, porque confiesa que le encantan los cohetes, y la Romeria de la Magdalena, “que es la tradición, la base de las fiestas”. El año pasado ya detentó el cargo de madrina de honor, como prólogo al que iba a ser su especial aventura en el trono de los más pequeños de la gaiata del sector 8, al que accede por méritos propios y en ese ambiente de entrega a la causa magdalenera en el que vive con sus padres, hermana y abuelos. Y es que no hay horas del día en que las fiestas de la Magdalena no estén presentes en sus juegos, conversaciones, inquietudes, esperanzas y afanes.

Natalia, princesa de banda gaiatera, que subirá al escenario del Palau de la Festa ilusionada e ilusionante, bajo la mirada y el guiño protector de su padre, presidente de la comisión, en un privilegio del tándem padre e hija para saborear segundo a segundo el tiempo de los sueños y de las cintas verdes de Romeria.

La madrina infantil invita a los niños castellonenses a que se integren y participen directamente en una gaiata, “porque se lo pasarán bien; es muy divertido”. Mientras, se deja llevar por sus alas. Las de un ángel llamado Natalia, madrina de los niños. H