Dulzura máxima en Neus Alabau Rovira. Recogiendo el legado familiar de compromiso sin fisuras hacia los festejos magdaleneros (su madre fue reina de las fiestas en 1997, después de ocupar cargos de madrina y dama de la ciudad, y su padre, miembro de Junta de Festes y presidente de gaiata), vive la felicidad inmensa de ser madrina de los niños del país castellonero en Portal de l’Om, su gaiata, a la que pertenece desde que nació, y que ha ido forjando su querencia hacia las fiestas mayores de la ciudad.

«Es muy divertido, me lo paso muy bien», relata Neus a la hora de describir su marchamo vital en el sector del guarismo 8, con esa inocencia y espontaneidad de una princesa gaiatera que ha ido luciendo año tras año sus galas de castellonera con la emoción de sus padres y hermana, de sus tíos y primas, y especialmente de su abuelo Pepe, verdadero talismán en el fomento de las tradiciones de la luz.

Neus estudia cuarto curso de Primaria en el colegio de Nuestra Señora de la Consolación, y sus compañeros y compañeras de aula «están muy contentos» por su madrinazgo. Algunas la acompañarán en el Palau.

De sus actividades escolares, manifiesta su predilección por la Plástica y dice que lo que menos le gusta es la asignatura de Sociales. Manifiesta que, de mayor, le gustaría ser profesora.

Y, mientras llega ese futuro prometedor, Neus Alabau atesora recuerdos y vivencias, gratas experiencias y momentos de plenitud en su trono de máxima representante infantil de la gaiata 8. Este sábado recibirá la banda que la acredita como madrina de los niños castelloneros en clave Portal de l’Om. Con solera.