Para los niños. La Junta de Festes ideó un espectáculo de homenaje a las comisiones infantiles entretenido, ameno y al nivel de las exigencias de los más pequeños, en el que se les invitó a soñar despiertos y a disfrutar de cada momento de su experiencia en el país castellonero de las gaiatas.

“¡Que nadie duerma!”, invocación de júbilo como leitmotiv de una gala que reunió a los más 200 chavales que conforman el mundo menudo de las gaiatas.

Bajo la conducción de Sergio Chaves Pérez y Ana Gimeno Martínez, quienes recordaron los versos de Calderón --“toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”-- fueron accediendo las damas infantiles de las comisiones y sus acompañantes, mientras se intercalaban números de circo y magia, como paradigma de ese derecho y obligación de hacer realidad los sueños y más, en la aventura magdalenera.

UN PEQUEÑO MUNDO // Con un Palau de la Festa abarrotado y la espontaneidad y la ternura a flor de piel, se fue concretando, segundo a segundo, el merecido homenaje que anualmente se realizan a los niños que forman parte de las gaiatas, colectivos fundamentales en las fiestas de la Magdalena. Pequeño mundo, pero grande en sonrisas, diversión y alegría que se convierte en la esperanza de futuro de la fiesta fundacional. Un acto que este año quiso huir de protocolos y de convencionalismos al uso.

Antes de que subieran las damitas de los sectores, desfilaron para ocupar un lugar de preferencia en el Palau las madrinas infantiles, acompañadas en su caso por los presidentes de los niños de cada sector respectivo.

Después, accedieron por el pasillo del Palau las damas infantiles de la ciudad y la reina de los niños, Lola Marco Alors, recibida con el público puesto en pie y ella sonriendo, imprimiendo majestad desde una espontaneidad sin límites. Pero ese momento solemne solo fue el prólogo de un encanto personal de Lola, que después desarrolló con su discurso alegre y a pleno pulmón. H