La circular de normas de obligado cumplimiento para participar en el próximo Pregó de la Magdalena adelantada ayer por este periódico ha sido recibida con disparidad de criterios en el món de la festa. Las opiniones recogidas por Mediterráneo dibujan un amplio abanico de opiniones en Castelló: del blanco al negro pasando por la tonalidad de grises. Eso sí, unos y otros, con independencia de estar a favor o contra acatarán el 14 de marzo la normativa de la Concejalía de Fiestas.

«Son normas que sirven para dignificar el Pregó», apunta Luis Oria, prohom de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta, uno de los máximos defensores de la medida. «No son nuevas reglas y algunas de ellas, obvias de educación», añade, «pero hay que recordarlas para evitar comportamientos no deseados». También apoya con firmeza la postura de Fiestas la presidenta de la Colla Bacalao, María Bordoy. «Me parece de lo más normal», dice, «de lógica caballera: no beber, no llevar niños, ir vestido adecuadamente y llevar las carrozas como toca».

En el escrito de la discordia, el consistorio prohíbe la presencia de menores de 18 años, así como fumar, beber alcohol y refrescos, o vestir con chándal, vaqueros, zapatillas de deporte o gafas de sol. Además, los hombres deberán llevar la cabeza cubierta y las mujeres peinados o piezas de indumentaria tradicional. «Normas han de haber», dice Pepe Beltrán, de la Federación de Collas, «pero algunas son demasiado estrictas». Beltrán pone como ejemplo algunas indumentarias de hombres que son tradicionales pero no exigen llevar la cabeza cubierta y apela al espíritu de la fiesta para interpretar la norma con «flexibilidad». También la pide Quique Masó, de l’Aljama, que indica que «por lo general» los participantes «ya cumplen las normas». «Si las han hecho», desliza, «es que el Ayuntamiento habrá detectado algo».

Con menos entusiasmo recibe la normativa Conso Jóvena, de la Escola de Dansa. «En cuanto a vigilar la indumentaria me parece bien», concede, «pero en lo demás cada uno ya sabe cómo debe comportarse». Jóvena aprecia prohibiciones que van «contra lo que es la fiesta». «Siempre se ha bebido y no pasa nada y si son tan estrictos se quedarán solos al final, creo que hay cosas más importantes que mejorar», asevera.

Por último, Pepe Chillida, presidente de Moros d’Alqueria, dice que acatarán las reglas «porque somos partidarios de cumplir las normas». No beberán y el clásico puro lo llevarán sin encender, como mucho. «No crearemos un problema», indica, «aunque si es por decoro antes habría que cuidar otros detalles».