Un Magdalena, festa plena ejecutado con el sentimiento sincero y desde la generación inmediata de emociones, significó el punto de arranque de la banda de música Calasancio del Conservatorio Elemental y Profesional del colegio Escuelas Pías, dirigida por Carlos Pascual, en la tradicional cabalgata infantil del Dilluns de Magdalena.

Una cuarentena de niños disfrutaron de la música, haciendo música y llevando la música a la calle. El propio Pascual reconocía a Mediterráneo, horas después de su participación en el Pregó dels xiquets, que había sido un «orgullo» estrenarse en el cortejo, resultado, además de una labor de cinco años en los que el Conservatorio Calasancio pretende acercar el pentagrama a los más pequeños, en una labor de educandos que cree, «está dando sus frutos», destacaba el titular de la nueva agrupación musical castellonense, y que se suma a las ya existentes en la capital de la Plana, y que habla del buen momento que están viviendo las agrupaciones bandísticas de la ciudad en general.

Es el caso de la centenaria e insigne Banda Municipal, calidad y solvencia contrastada. Pero también la Asociación Musical de Castalia, la Unión Musical Castellonenca-Círculo Mercantil, la Unió Musical del Grau, la banda del Mestre José Gargori y la banda de música de la Universitat Jaume I de Castellón. Todo sea por el pentagrama.