Ortega Cano fue el triunfador aquella tarde del viernes 8 de marzo de 1991, en la que abrió la puerta grande tras cortarle las dos orejas a un buen toro de Álvaro Martínez Conradi, ganadero que actualmente anuncia sus toros de procedencia Buendía-Santa Coloma, a nombre de La Quinta. El torero de Cartagena aprovechó el cuarto, que fue un toro de una excelente condición, al que toreó muy bien y mató mejor en la suerte de recibir. Antes, en el que abrió plaza, Ortega Cano fue pitado tras mostrarse un poco desconfiado con su oponente. Una de cal y otra de arena. En una tarde en la que los tendidos se llenaron en su mitad. Ortega Cano se llevó el premio a la actuación más completa que otorgaba la Agencia Efe. Mientras que al toro ‘Florecio’, al que Ortega Cano le cortó las dos orejas, se le concedió la Divisa de Plata que otorga el Club taurino al mejor toro de la feria.

Por su parte, cortó una oreja el trianero Emilio Muñoz a su primero y segundo de la tarde, otro buen toro al que toreó con ese clasicismo y pureza que le llevaron hasta lo más alto. El cite, casi de frente, caló hondo en una faena de enorme belleza. Tanto su segundo como el lote de toros de Fernando Cepeda, fueron más deslucidos, pero sin embargo, su juego mantuvo el interés del aficionado. Fue una corrida interesante. El torero de Gines se topó en primer lugar con un toro muy complicado, que buscaba al torero descaradamente; mientras que su segundo, desarrolló bastante peligro. H