Emocionada. Así se siente Patricia Lacasa Bernat, y así lo transmite en sus palabras vehementes y risueñas, en su palpitar como madrina de la gaiata 7, Cor de la Ciutat, para las fiestas de la Magdalena 2017. «Esperaba desde hace tiempo este momento», sentencia en su cuarto año de pertenencia a la comisión de la plaza de la Hierba y calles adyacentes.

«Intento vivir intensamente cada instante, que es especial, en un ambiente cordial», describe Patricia cada uno de estos instantes en el seno de la gaiata 7, donde todos son «amigos».

«Es muy bonito», añade, convencida de estar «viviendo un sueño que se ha hecho realidad», confiesa, evocando un tiempo de ensoñaciones en el maravilloso mundo del país castellonero y de sus gaiatas de luz simbólica.

Con dos años como dama de sector y otro como madrina de honor, Patricia ha ido escalando peldaños para alcanzar el egregio madrinazgo, y como tal presidirá el bautizo del monumento que desfilará por las calles en la noche del tercer domingo de Cuaresma, con su porte y esbelta figura de guapa castellonera, con sus galas tradicionales en el anual e iluminado regreso de la romería del Castell Vell.

Monitora en el Pony Club, su pasión son los caballos, «que son nobles y astutos». Y cuando su tiempo libre se lo permite, le encanta cabalgar con su yegua Rabea, en la complicidad de quien susurra a los caballos, de quien comparte ese diálogo cariñoso con unos animales de belleza y elegancia máxima.

ILUSIÓN DE TODO UN AÑO // Para esta joven de signo zodiacal Libra, «equilibrio, pero también inquietud en el interior», como ella misma se define, y en compañía de sus damas de honor, quiere vivir unos festejos de los que destaca como actos singulares, el Desfile de Gaiates, «en el que se muestra la ilusión y el trabajo de todo un año con la gaiata que se enseña a la ciudad», y la Ofrenda de Flores a la Mare de Déu del Lledó.

Alegría compartida, emociones a flor de piel, promesas renovadas en las tradiciones y testimonio de castellonerismo pleno en Magdalena. Es Patricia.