Como en el Pregó anunciador de las fiestas en el tercer sábado de Cuaresma, también en la cabalgata infantil resurge la historia de la ciudad de Castelló. Esta vez en clave menuda, con sus personajes recreados por niños ilusionados por vivir directamente las fiestas.

Desde la cultura musulmana a la cristiana, pasando por la judía, el tramo del cortejo que evoca el pasado castellonense, se vio desbordado del ímpetu y dinamismo de chiquillería alborozada.Las representaciones de los más pequeños de la Colla del Rei Barbut, Moros d’Alqueria, L’Aljama, Germandat dels Cavallers de la Conquesta, Host del Castell Vell y Templarios bordaron sus respectivos papeles en el efímero desfile de los xiquets de tradició.

Universo que sorprende todas las ediciones con imágenes que aunque parezcan las mismas del año anterior son diferentes, porque nuevas son las sonrisas, los gestos, las alegrías, las esperanzas, y algún que otro lloro de timidez y vergüenza de una grey infantil que es la esperanza de futuro de la fiesta magdalenera.

Castelló volvió a recordar sus orígenes. Entró otra vez en el túnel del tiempo. Pero esta vez desde la óptica y visionado de los niños más castelloneros que van aprendiendo el porqué de muchas cosas cuando se trata de hablar de las fiestas internacionales de la Magdalena. Más historia. Más niños. Más Castelló.