las lágrimas de emoción de José Antonio Gregori, gerente de la Pirotecnia Tomás, y una sonora ovación del público castellonense constituyeron el mejor reflejo de lo que se pudo vivir ayer en la primera mascletà del Concurso de Magdalena. Un espectáculo emocionante e intenso, a cargo de la firma de Benicarló, que volvía a la capital de la Plana tras varios años de ausencia. Y eso que el fuerte viento puso en peligro la celebración de la parte aérea, aunque finalmente se pudo proceder a su esperado disparo sin ningún problema ni peligro.

Ante un Primer Molí a rebosar, y con la presencia de la alcaldesa, Amparo Marco, y la reina de las fiestas, Carolina Tárrega, Pirotecnia Tomás ofreció siete minutos de intensidad máxima, con secuencias digitales, retenciones aéreas coloristas y ruidosas, un terremoto terrestre acompañado de fuego aéreo a media altura y un cierre con volcanes, truenos y descargas, que puso los pelos de punta a todos los festeros allí presentes.

TRABAJO DURO // Para ello, la pirotecnia utilizó cerca de 540 kilos de material (peso bruto) y sus 15 trabajadores estuvieron trabajando desde las 6.00 hasta las 11.00 horas. Lo explicaba un orgulloso José Antonio Gregori, que indicaba que, para hacer una mascletà llamativa, “hay que respetar el cuerpo central; después hay que usar la imaginación y poner medios”.

Con el final, Gregori se acercó hasta los asistentes para agradecerles sus aplausos, así como a la alcaldesa, que le felicitó por el espectáculo. Hoy, toca el turno de la Pirotecnia Caballer FX, a la que le han puesto el listón muy alto. H