La luz simbólica de Castellón en forma de gaiata llega todos los años a la plaza de España. Por lo menos desde 1983, cuando en plena expansión de los sectores gaiateros se creó la que sería gaiata 18, con el ancestral y atávico nombre de Crèmor. Luz triunfante y gallarda en el emblema por doquier de los colectivos esenciales y fundamentales de las fiestas de la Magdalena y uno de ellos, además, instalando el monumento delante de El Corte Inglés.

Un privilegio para el centro comercial, que en la semana de la Magdalena se convierte en más castellonero que nunca. Privilegio enamorado en los anclajes más férreos con las tradiciones de la capital de la Plana y desde el planteamiento que no hay nada más local que lo puramente universal. Plaza de España de terrazas y jardines; de vecindad acendrada y caminos de llegadas y salidas, de idas y venidas con la cercana estación del tren.

Plaza de España, pórtico de entrada a los caminos del Crèmor y sus masets de antaño con la referencia de la edad dorada de veranos sin fin y soleados días eternos, y con la fe como bandera en la ermita de Sant Joanet del Riu.

Y es que no se puede entender la historia de la capital de la Plana sin tener en cuenta el oeste de la urbe. El secà que ha ido marcando las horas del ser y del estar. Crèmor es la gaiata al oeste. La que primero fue damunt de la vía y, años más tarde, la de El Corte Inglés. Sector con el guarismo 18. Y, cómo no, también en la Magdalena del 2018.

ESFUERZO // Gaiata Crèmor de vital importancia para las fiestas de la Magdalena. Institución señera en el devenir magdalenero y uno de los colectivos de luz que más aporta al continuo de iniciativas, imaginación y esfuerzo. De triunfos y de victorias atesoradas a lo largo de dilatadas historias de noches enteras fabricando el sueño de la luz. De la luz de lo imposible y de lo sagrado, de lo espiritual y lo emocional. Fiestas mayores de Castellón, generadora de emociones. HSClB