Penyagolosa, gegant de pedra... letra de una de las canciones de Els Llauradors, rondalla típica castellonera, una agrupación insigne que cumple 50 años. El pasado sábado actuaban en el Teatro Principal de la plaza La Paz en el marco de un homenaje a Paco Muñoz. Y es que también Els Llauradors coquetearon en su tiempo con la progresista Nova Cançó, mucho antes de que uno de sus miembros, el tristemente desaparecido Miquel Soler, fuera concejal del Ayuntamiento de Castellón por el PP. Eran otros tiempos, otras situaciones, otras latitudes en busca de la identidad de un pueblo.

Unos devaneos ideológicosque no hacen más que completar una extraordinaria carrera artistica a la vora del riu de su ciudad y salvoconducto perfecto de una música que está en las entrañas más eternas de los castellonenses.

El día 26 de julio de 1968 y en La Pérgola del parque de Ribalta se presenta en sociedad la que iba a ser rondalla de canciones populares de referencia en la tradición de las canciones de serenata y en la recuperación de la canción del pueblo castellonense. Los fundadores de la agrupación rondallística fueron: Carlos Marco, cantante; Josep Vicent Martí y Lluís Viciano, bandurrias; Antoni Martí y Paco Michavila, guitarras, y Antonio Hernández, acordeón y dirección.

Cada uno con su magisterio y virtud. Era el minuto cero de una fulgurante carrera que llevaría el nombre de Castellón por todo el mundo, por todo el globo terráqueo.

Serenatas en sus primeras canciones de ronda, participación en programas radiofónicos y actuaciones en todas las fiestas populares fueron consolidando un estilo singular y diferente, que rompía el modelo de rondalla estereotipado al uso y que devolvía al pueblo el costumbrismo de canciones y pentagramas que estaban en el olvido. 50 años de Els Llauradors que son Castellón.