La gaiata 1, Brancal de la Ciutat, se erige como una privilegiada demarcación territorial, con sus múltiples rincones con encanto y definitorios del carácter y señas de identidad de un pueblo. Enclaves como el Raval de la Trinitat, con su plaza Mallorca, las calles Teruel, San Cristóbal, Poeta Verdaguer, con la señorial calle Trinidad y hasta el antiguo consulado de Suecia, en el límite con la avenida Valencia, y, por otro lado, la iglesia de San Francisco.

Brancal de la Ciutat, el nombre compuesto como entrada triunfal al centro de la ciudad, como exaltación del carácter fundamental y esencial de las gaiatas. Un barrio marcado por la prosperidad además del mestizaje, donde ciudadanos llegados de otras tierras, especialmente magrebís y latinos, hacen de la plaza del País Valencià y adyacentes una confluencia de culturas. Una zona en la que predominan los pequeños comercios del barrio, panaderías, tiendas de alimentación, farmacias, artesanos… Núcleo gaiater de contrastes, entre barrio popular y labrador, y neoburgués, un Castelló tradicional y de gran solera.

El monumento de la gaiata, para el que este año el sector prevé dar un cambio en positivo y dotarlo de mejoras técnicas, se instaura en la plaza Botánico Calduch, para que vecinos y visitantes disfruten de esa seña de identidad que derrocha luz y color.

Brancal de la Ciutat es uno de los sectores más significativos y más mestizos de la ciudad. Su trabajo en pro de las fiestas fundacionales siempre ha sido de gran relevancia junto al resto de gaiatas de la capital de la Plana. Su compromiso y dedicación en todos los actos es manifiesto y reconocido por toda la ciudad. La número 1, la primera, la gaiata que apuesta fuerte por la tradición y cultura que se transmite entre generaciones. A buen seguro, la presentación de mañana será sorprendente para todos los invitados, pues el presidente Arturo España acostumbra a ofrecer un espectáculo de gran nivel. Con este equipo de categoría, seguro que todo va sobre ruedas.