La luz de la gaiata en Rafalafena. Este mítico barrio también vive con intensidad sus fiestas. Esencia de un Castellón atemporal con ese recuerdo de la huerta y un pasado agrícola que dejó su sello en la memoria histórica del pueblo.

Rafalafena, pese a ser una zona periférica de la ciudad, cuenta con un ambiente magdalenero de diez. Con una ubicación envidiable, pues se encuentra en medio de los mesones, las mascletaes, las fiestas de calle, los castillos de fuego, y bullicio todo el día, el guarismo 16 reúne cada año a vecinos y visitantes que no dudan en acercarse a los alrededores. Este año, la comisión irá un paso más lejos, ya que pretenden dinamizar el sector con más actividades y proyectos nuevos.

Rafalafena, con sus calles y plazas que han ido configurando la personalidad despuntante de un trozo de Castellón que camina hacia el mar. Calles como Villavieja, Rafalafena, paseo de la Amistad, Moncofa, Columbretes... y con singulares edificios, como es el caso de la biblioteca pública Rafalafena, hacen que no se puede entender la historia de la ciudad sin tener bien en cuenta a este kilométrico espacio urbano castellonense.

Rafalafena tiene también un flamante centro de salud, un buen número de tiendas y cafeterías y sus terrazas, y la comandancia de la Guardia Civil se adueña del skyline del barrio como testimonio de fidelidad y homenaje de la demarcación geográfica al instituto armado.

La plaza Fernando Herrero Tejedor acogerá, como de costumbre, el monumento de la gaiata, que según el presidente, Gabriel Ferández, será «de corte clásico» porque todavía son «una pequeña gaiata en proceso de crecimiento», manifiesta.

Los miembros esperan con mucha ilusión la puesta de largo en el Palau, la que coronará a Lorena Segarra y a Melani Jin junto a su presidente, respaldados por un equipo de primera para encumbrar las fiestas a lo más alto. Gabriel está preparando «algo que nunca antes se ha hecho», indica, «para que no lo olviden».