De entre las miles de persona que este fin de semana se han pasado por el Rincón Taurino y la Fira del Bou, ubicada en el parque Ribalta, nos quedamos con Manolo, un vecino de Amposta, porque ejemplifica a la perfección lo que pasa año tras años en la Magdalena.

Este aficionado a los bous al carrer nunca había visto una corrida de toros y este año se ha dejado contagiar por la afición y la fidelidad a la feria de Castelló de sus amigos, todos habituales de esta cita y venidos «desde les terres de l’Ebre», como no dudaron en reivindicar. El suyo es solo uno de tantos casos de personas que no pueden resistirse a conocer, aunque sea solo una vez, lo que pasa en la capital de la Plana en su semana grande, que no es poco. Y ya podemos augurarle que, raro es el caso del que prueba y no repite una y otra vez.

También serían modelo de continuidad los matrimonios de Bautista y Elena (Vila-real) y Manolo Capa y Carmen (Almassora), que ayer domingo esperaban en la Fira del Bou al inicio de la primera corrida del cartel taurino, rodeados de mucha juventud y energía vital magdalenera.