Castellón contará a partir de hoy con un nuevo matador de toros, Vicente Soler, que tomará la alternativa tras una etapa novilleril forjada a golpe de dureza en plazas nada fáciles de Francia, matando todo tipo de encastes que le han servido para coger oficio y conocer mejor muchos tipos de embestidas. “Ha sido muy duro porque ese tipo de novilladas exigen mucho y es complicado triunfar, pero me siento orgulloso porque he aguantado el tirón y lo he afrontado muy bien”, asegura el propio torero, quien ya tiene la mirada puesta en esta tarde. “Me siento muy orgulloso por haber llegado hasta aquí sin más ayuda que mi espada y mi muleta. Siempre he caminado desde la independencia”, asegura el de Burriana. “Voy a cumplir un sueño que llevo buscando desde que decidí ser torero. Espero poder disfrutar y triunfar para abrirme camino en ese nuevo pelotón de toreros jóvenes”.

Sobre su padrino y testigo de la ceremonia, Padilla y Paquirri, confiesa: “Son dos toreros buenos y eso me motiva y me ilusiona. Solo pienso en arrimarme, en apretar el acelerador desde el principio. De hecho, sé que voy a irme a esperar a mi toro a la puerta de chiqueros. Y es que la única forma de abrirse paso es dejándose la vida en el ruedo cada tarde”. Sobre la ganadería anunciada, desvela que “sobre el papel, es una divisa que me va a dejar expresarme a gusto, seguro que me lo ponen más fácil estos toros que las novilladas que he matado hasta ahora. Yo no voy a dejar de lado mi concepto de entrega, pero cuando sale un toro embistiendo bien, también sé torearlo y creo que he tenido la ocasión de demostrarlo”, concluye.

Padilla será quien le ceda los trastos ese día. “He seguido su carrera y me parece un torero que tiene mucha entrega y pundonor, y eso es bueno. Yo le diré que esta profesión no es fácil, que tiene momentos duros y que requiere que te entregues al cien por cien con ella”, explica el torero de Jerez.

Francisco Rivera Ordóñez reaparecerá en España tras su grave cornada de Huesca. “Mi intención era torear solo una temporada el año pasado, pero las circunstancias han cambiado. A mí no me envía un toro a casa, con el pijama del hospital, sino que me iré cuando yo quiera, vestido de luces”, asegura Paquirri a este medio, quien afronta esta nueva etapa de su carrera profesional al lado del que fuera un torero importante como Raúl Gracia ‘El Tato’. H