Artista gaiatero. Con mayúsculas. El decano de los artesanos de una tradición, casi de corte oral, que se ha ido transmitiendo entre las gentes vinculadas a la realización de los monumentos festeros. Los de la luz embriagadora que ilumina el tercer domingo de Cuaresma, “convirtiendo la noche en claro día”. Pepín Marco es bombero jubilado y, fundamentalmente, mago de la luz y de los brazos alambicados neobarrocos que finalizan en su verticalidad con el cayado. También es el flamante primer presidente del recién creado Gremio de Artistas Gaiaters, que pone en valor este trabajo sacrificado y creativo.

Mañana recibe el título de Gaiater de l’Any 2016, máxima distinción que otorga anualmente la Gestora de Gaiates. Será en la gran noche de las comisiones de sector, la fiesta de gala de homenaje y tributo de la ciudad a las asociaciones de luz, los colectivos dinamizadores por excelencia de la fiesta magdalenera y que tienen como objetivo principal hacer realidad el sueño de la luz en forma de arquitecturas efímeras para mayor gloria de la renovación de las promesas del tercer domingo de Cuaresma.

Marco comenzó su dilatada trayectoria gaiatera en el año 1994. Desde entonces ha realizado impresionantes obras de luz, obteniendo varias veces el primer premio del concurso oficial de monumentos festeros. También segundo, terceros, cuartos y quintos galardones para numerosas comisiones de sector, especialmente para la 8, Portal de l’Om; la 7, Cor de la Ciutat; así como la 9, L’Espartera.

PORTAL DE L’OM 2016 // Para el 2016 ha diseñado el monumento infantil de Portal de l’Om, como anunció el periódico Mediterráneo a través de las páginas especiales dedicadas a la gaiata 8, días antes de la presentación oficial de esta comisión.

Un artesano decorativo que inició su carrera en el mundo de la ornamentación de carrozas en 1963, de la mano del maestro Tasio y que continuó con otro inolvidable artista como Rafael Guallart, en el año 1981.

Una época en la que realizó infinidad de diseños para plataformas con los más atractivos y sugerentes diseños representando lugares, estampas y tradiciones de la ciudad y comarcas.

Con un currículo festero de vértigo, Marco apela a la gratitud hacia todas las personas que han confiado en él y en sus sugerentes y maravillosas obras en un simbolismo que se entronca con el estilo barroco de las primigenias gaiatas de mano que alumbraban el discurrir de la procesión nocturna del día de la Magdalena, siglos ha.

Así, en un año de cambios y de relanzamiento del sentir magdalenero, en una segunda transición del desarrollo de las fiestas fundacionales, la Magdalena 2016, más gaiatera que nunca, rinde homenaje merecido a quienes han ido forjado la leyenda de esas obras que identifican a Castellón, las que procuran y dan luz en la magia evanescente de la jubilosa jornada del tercer domingo de Cuaresma. H