Fueron ocho los símbolos de la fiesta escogidos. Pero podían haber sido más en el relato del plenipotenciario y soberano poder del Vítol!.
Fin y principio. Omega y alfa. Volver a empezar. La fiesta permanece. La compañía La Fam de Vila-real echó mano de las artes escénicas para preparar un espectáculo que resumió las fiestas de la Magdalena a ritmo de música en directo, con una big band en Santa María, luz, esencia de las fiestas; folclore, con el Grup Castelló, acrobacias aéreas de su propio cuño, y un sinfín de proyecciones videográficas sobre el frontis de la concatedral y el Fadrí.
Las ocho estampas para nueve días de festejos ininterrumpidos que fueron sucediéndose sin solución de contunuidad, contaron con el pregoner, la Romeria de les Canyes, Magdalena Festa Plena!, las 19 gaiatas y la de la ciudad, la iglesia Mayor, con un sorprendente mapping que dejó al descubierto el interior de la sede matris castellonense, el Bolero de Castelló, las cintas verdes, y el mismo Vítol en forma de piromusical en un homenaje al fuego y a la pólvora, también de arraigo y solera en la semana grande.
Un espectáculo de 35 minutos que, de nuevo, no dejó indiferente a nadie y que fue recibido con admiración y estima por los espectadores, en uno de los actos más representativos de la semana grande magdalenera.
Una propuesta coral, «conformada por más de 60 personas, entre músicos, danzantes, acróbatas, técnicos y figurantes para dar un mayor simbolismo al Vítol», declaraba Sergio Heredia, director de La Fam que, por segundo año consecutivo se encarga de ejecutar el último acto oficial de la semana grande, una ceremonia que, desde siempre, es final, pero también principio, porque el Vítol abre las puertas de la Magdalena 2019 en un cántico de vitalidad para soñar de nuevo en el país magdalenero.
Buscando la esencia
«Hemos querido recoger la esencia magdalenera y sacarla a la calle; resumir en un mismo espectáculo la grandeza y el esplendor de las fiestas mayores», señaló.
Miles de personas fueron testigos un año más en la plaza Mayor de ese torrente de nostalgia y tristeza porque se acaba una nueva edición de las fiestas mayores de Castellón, pero también de esperanza y creencia en las quimeras porque en 365 días hará acto de presencia el tercer domingo de Cuaresma. El próximo 24 de marzo del 2019. Vítol!.
