El Mundial de motociclismo, al igual que sucede con el resto de grandes eventos deportivos, está siendo zarandeado por el coronavirus pero hoy, en la tarde-noche de Losail, el circuito de Doha, en Qatar, el campeonato está teniendo un maravilloso inicio de temporada, con una carrera de Moto3 escalofriante en la que, de nuevo, los pilotos españoles se han convertido en los grandes protagonistas del evento.

El catalán Albert Arenas (KTM), pupilo del campeonísimo valenciano Jorge Martínez Aspar, ha conseguido, a sus 23 años, la cuarta victoria de su vida con una demostración de poderío enorme y, por supuesto, destacándose ya, en este bautismo mundialista, como uno de los grandes favoritos para ganar el título. Arenas, que le ha dado a la firma austriaca KTM su victoria n 100 en el Mundial, ha ganado por 53 milésimas de segundo al británico John McPhee (Honda) y al japonés Ai Ogura (Honda), que se ha subido al tercer escalón del podio después de que Dirección de Carrera le quitase el bronce al también español Jaume Masia (Honda), por haber sobrepasado, en la última vuelta, los límite de la pista.

LA CARRERA DE SU VIDA

Ni que decir tiene que al nombre de Arenas, hoy iluminado con los 3.500 focos del circuito de Losail, debemos añadir una lista impresionante de candidatos, también españoles, a la victoria en este Mundial de Moto3 como son el propio Masia, de solo 19 años, hoy cuarto; Sergio García, de 16, que ha terminado 11; Raúl Fernández, de 19, 10 y Jeremy Alcoba, de 18 años, 7, todos ellos brillantísimos en este inicio de campaña, al igual que el hispano argentino Gabri Rodrigo (Honda), impresionante en sus tres últimas vueltas, que, al final, acabó en una brillante sexta plaza.

Solo puedo decir que he hecho la mejor carrera de mi vida; solo puedo decir que, como ya hemos visto, esta categoría sigue siendo a muerte, en el sentido de que puede ganar cualquiera y, en cada GP, fijo, habrá una docena de candidatos a la victoria y 20 peleando por el podio, por eso tiene un gran mérito ganar una carrera así, señaló Arenas, que, junto a Masia, ha controlado espectacularmente el grupo de más de 12 pilotos que han peleado, en cada vuelta, por la victoria.