Ha tenido que ser el popular cocinero Karlos Arguiñano y una de sus empresas favoritas, Gallina Blanca, quien ha acudido al rescate de Maria Herrera, la única piloto, entre más de 120 profesionales que llenan las parrillas de Moto3, Moto2 y MotoGP del Mundial de motociclismo. Herrera, que como reconoció el propio cocinero televisivo "antes de llegar al Mundial, ya había ganado a todos los pilotos que le preceden ahora en el campeonato", se presentó recientemente en el Gran Premio de la República Checa con un interrogante pintado en su carenado azul. Hoy, en Motorland, delante de decenas de periodistas, los mecánicos de Herrera han sustituido ese carenado por el de la marca Yatekomo, de Gallina Blanca, de comida rápida.

MARIA HERRERA, UNA GRAN PILOTO

"Yo he visto correr a Maria y es un trueno. Yo la he visto ganar, en los diversos campeonatos promocionales españoles, a todos los que ahora la derrotando en el Mundial. Así que no podía por menos que, de la mano de Gallina Blanca, que ha comprendido a la perfección este ilusionante proyecto, lograr el apoyo suficiente para que Herrera y su familia deje de pasar apuros y sufrir para poder acabar la actual temporada". Arguiñano, que sabe de lo que habla "pues tengo ocho hijos y diez nietos", lamentó que "los españoles, que nos llenamos la boca de elogios hacia el deporte, no consigamos que deportistas valientes, únicas y capaces como María, no tengan patrocinador".

Arguiñano, que se fotografió con Maria montada en su KTM junto a Fernando Fernández, director general de Gallina Blanca, y Ángel Viladoms, presidente de la Federación Española de Motociclismo, aseguró que se sentía "sumamente contento, alegre y orgulloso de haber podido poner en contacto a Yatekomo y María para terminar son problemas la temporada".