Todo va cuadrando. Es verdad que resta todo el Mundial, pero, tal y como declararon los magníficos en el invierno, lo importante empieza cuando se llega a Europa y, sobre todo, como reconoce Marc Márquez (Honda), el gran dominador de las últimas temporadas, el pentacampeón de siempre (menos en 2015, cuando se coronó Jorge Lorenzo), lo importante, lo relevante, lo que cuesta, lo que marca la diferencia entre grandiosos pilotos, todos, y candidatos al título es la manera que tiene cada uno de aproximarse al domingo, a la carrera, y el estilo de gestionar las 27 vueltas del GP.

Y, según todos los rivales de Márquez, especialmente, los veteranos italianos, Valentino Rossi (Yamaha), nueve veces campeón (este año cumple diez años persiguiendo el décimo cetro), y Andrea Dovizioso (Ducati), subcampeón del mundo los dos últimos años, el piloto catalán ha cambiado, no solo la manera de preparar los viernes y sábados sino, incluso, la forma de correr. La demostración de que me encuentro más cómodo que nunca sobre la moto es que ahora puedo correr, incluso, como no me gusta, que es escapándome desde la primera vuelta, pues yo siempre he disfrutado con las victorias peleadas. Pero, mientras vaya bien y pueda, lo seguiré haciendo así.

LA CONFESIÓN DE 'DOVI'

Yo no sé si Marc se encuentra más cómodo este año sobre su Honda que el año pasado. Es pronto para saberlo, pero la forma que corrió en Catar, la manera que ganó en Argentina, el estilo con el que se escapaba, antes de caerse, en Austin y su rotundo triunfo en Jerez, demuestra que, en efecto, ha decidido correr de una forma diferente a la habitual y eso nos ha metido en crisis a todos, señaló ayer Dovizioso, reconociendo que los aspirantes al título deben ponerse las pilas pues la única forma de hacer frente a este nuevo Márquez es ganando carreras. Eso mismo insiste el Doctor, ayer en crisis. Solo quisiera recordar que Marc es líder del Mundial pese a haber sido el único que tiene ya un cero, que se ha caído en carrera. Si, como parecía, llega a ganarnos en EEUU, el título empezaría a decantarse, de nuevo, de su lado, señala Vale.

Márquez no solo ha cambiado su forma de correr, a tope desde que se apaga el semáforo, sino también la manera de actuar en los entrenamientos. Después de lo que me ocurrió en el 2015, he decidido que voy a salir a tope desde el minuto uno del viernes. Eso tiene su riesgo. Hoy (por ayer), por ejemplo, en el primer entrenamiento, he protagonizado otra de esas salvadas que queda para el video y la película final de la temporada. Luego, me he librado de otras tres caídas, pero es la manera de conseguir un buen tiempo que te deje tranquilo arriba todo el fin de semana. Tras ese crono, solo queda pulir la puesta a punto y hacer pruebas para escoger bien el neumático de carrera.

VIÑALES, EL MÁS RÁPIDO

Siguiendo el discurso de Dovi y Vale (no hablemos ya de Maverick Viñales y Àlex Rins, que en los ensayos son muy irregulares, poco constantes viernes y sábado), Márquez cree que es muy difícil ganar el domingo y, sobre todo, aspirar al título, si a lo largo de cada fin de semana vives en una montaña rusa, provocando dientes de sierra, picos de calidad y velocidad, mezclados con momentos de desconcierto. En ese sentido, añadió ayer el heptacampeón de Cervera (Lleida), creo que tanto Andrea como yo hemos sido muy, muy, regulares en los dos últimos años, insisto, en lo que podría ser la aproximación al domingo. Lo que no quita que otros, esporádicamente, remató Márquez, hayan sido capaces de aparecer el día de la carrera con opciones de podio y hasta de ganar.

Buscando, por ejemplo, los cronos de ayer, es verdad que Viñales fue el más rápido, pero Márquez y Dovizioso fueron los que demostraron más ritmo. Viñales tiene siete vueltas en 1.32 y tres en 1.31, mientras que Marc atesora nueve y tres, y Dovi, nueve y una. Campeón y subcampeón, siempre están. Los demás se van turnando los viernes y sábado. Entre Márquez (17) y Dovizioso (11) han ganado 28 de los últimos 40 grandes premios disputados, dejando las migajas para los demás. Es más, el tercero del pasado año (Valentino Rossi) quedó a 123 puntos de Márquez, es decir, a casi cinco victorias (125). Con eso está dicho todo.