Las cosas como son. Honda no está muy bien este año. El equipo Repsol Honda, poseedor aún de la Triple Corona, campeón, en el 2019, de pilotos (Marc Márquez conquistó, con una mano, su sexto cetro mundial en siete temporadas), constructores (la firma alada repitió título de marcas) y también rey de las escuderías, es noveno en el Mundial de fabricantes, a 131 puntos de los flamantes nuevos líderes, Suzuki, de la mano de dos de los más prometedores y campeonables de la parrilla de la categoría reina, Álex Rins, ganador, el pasado domingo, en Motorland y Joan Mir, líder del campeonato y poseedor de más podios este año que nadie, cinco.

El compañero de MM93

Es evidente que Alberto Puig, el team manager del equipo, ha sido duramente criticado, más en el exterior que en España, pero lo cierto es que sus pasos iban sido siempre dirigidos a intentar encontrar el complemento ideal de MM93, cosa que, siendo el campeón, siendo el piloto que gana la mitad de carreras que corre y se sube al podio dos de cada tres grandes premios, no es fácil. Dani Pedrosa se fue sin ganar; el pentacampeón Jorge Lorenzo perdió los papeles al llegar a Honda y, al final, muchos expertos parecen olvidar que Álex Márquez, a quien no veían cualidades para ser el compañero de Marc porque, para ellos, simplemente era el hermanísimo, es uno de los únicos tres pilotos de MotoGP que tiene los dos títulos menores (125cc y/o Moto3, 250cc y/o Moto2), que son, nada más y nada menos, que Valentino Rossi, Marc Márquez y él.

Ocho grandes premios después, no un año, ni dos, ni tres, ni cuatro, como ha ocurrido con otros muchos debutantes de MotoGP, ocho carreras! después de su bautismo, el pequeño de los Márquez ha alcanzado ya la cima y suma, en dos domingos seguidores, dos segundos puestos, dos podios (Le Mans y Motorland), que hubiesen podido ser victorias. Y lo consigue sin ruido. Y lo logra sin oír ni leer nada (muy suyo). Haciendo su camino, en plan diesel y no gasolina, como su hermano Marc. A través de trabajo y ensayo-error, pero consolidando todos y cada uno de sus pasos que logra.

La solidez de Álex Márquez

Álex ya ha entendido, aprendido y asimilado, todo eso sin su hermano al lado, cómo es, qué necesita y cómo se pilota esta Honda, que, sí, es difícil, física y dura de comprender pero que, cuando la mimas y la entiendes, te puede llevar al podio, contaba ayer Puig en Motorland, después de que el hermanísimo acabase primero el primer entrenamiento del día y, dos horas después, fuera el japonés Takaaki Nakagami, con la misma RC213V, quien cerrase la jornada con el mejor tiempo.

Es evidente, y eso me he cansado de decirlo, que esta moto es difícil, pero no lo imposible o mala que dicen muchos que es, insistió Puig, que recordó que dos campeonísimos (dos de los mejores pilotos de las últimas décadas), Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo, sufrieron muchísimo en los últimos años para ser competitivos con esta Honda. Ni que decir tiene que Álex Márquez, que, en el 2021, correrá en la estructura del equipo LCR, filial de Honda, con la misma moto que su hermano, está totalmente de acuerdo con esa cesión. Álex tiene contrato con Honda, Honda va a estar encima suyo, no le faltará de nada, seguirá aprendiendo, ganará y podrá volver al equipo oficial, sentenció Puig.

La felicidad de Nakagami

Esta moto exige, quiere, que la entiendas. Para ir rápido con ella, tienes que ir al 100x100 y ser fuertes en todas las áreas. No vale saber frenar muy bien, o tener un gran paso por curva, o saber acelerar en la salida de cada giro, no, no, si no te ganas su confianza, si no eres bueno en todo, no vas rápido, comenta Márquez. Es una moto crítica, claro que lo es!, que se pilota con el tren delantero y, cuando tienes confianza en él, puedes ir muy, muy, rápido y te lleva al podio.

Yo me siento y me divierto como un niño con esta Honda, añade Takaaki Nakagami, que aspira al título de MotoGP, pues es quinto, a 29 puntos de Joan Mir (Suzuki). Es el momento de conseguir mi primer podio y, después de ver lo bien que va Álex en las curvas y estudiar su telemetría, aunque ahí no se ven las trayectorias, creo que lo puedo conseguir. Tenemos, sí, una moto ganadora, sentenció Nakagami, que, curiosamente, formará pareja, en el 2021, con Álex Márquez en el equipo LCR-Honda, de Lucio Cecchinello.