El equipo Repsol Honda, que ayer ganó el décimo título de escuderias en el Mundial de MotoGP y la novena Triple Corona (cetros de pilotos, constructores y equipos), acaba de anunciar (18.30 horas), tal y como estaba previsto, tal y como todo el mundo anticipó al cierre, ayer, del Gran Premio de Valencia, que se disputó en Cheste ante 99.212 espectadores, que el joven bicampeón del mundo (Moto3 y Moto2), Álex Márquez, será, la próxima temporada, probablemente mañana mismo, en los primeros test del 2020, el compañero del campeonísimo de Cervera (Lleida), es decir, de su hermano Marc. Álex probará, mañana mismo, la Honda de MotoGP, probablemente, la del año pasado no la 'pata negra' para que se vaya haciendo a la idea de la potencia de la moto, en el circuito de Cheste donde también estará su hermano en los primeros ensayos con vistas al 2020.

Álex, que, fruto de la tensión vivida a lo largo de todo el fin de semana, se fue al suelo en la carrera de ayer de Moto2, tiene 23 años, se proclamó campeón del mundo de Moto3, en el 2014 (año que los Márquez Alentá consiguieron el primer doblete de títulos mundiales para Cervera) y, cinco años después, tras picar piedra en la difícil y competida categoría intermedia de Moto2 ha conquistado su segundo cetro, cosa que no había logrado antes ningún otro piloto desde que existen ambas categorías.

Una carrera pletórica

Los números de Álex, evidentemente, no tienen nada que ver con los de su hermano Marc. El hermanísimo ha corrido 135 grandes premios (46 en Moto3, cuyo debut se produjo en Jerez-2012, y 89 en Moto2, cuya primera carrera fue en Catar-2015), ha ganado 12 grandes premios (4 y 8) y se ha subido al podio en 38 ocasiones (15 y 23). No hay que olvidar que, una vez conquistado el título de Moto2, Marc hizo unas declaraciones contundentes, sí, cierto, esbozando su sonrisa de siempre pero diciendo que Álex ha dejado de ser el hermano de para ser el bicampeón Álex Márquez.

Es evidente que, tal y como lamentó Julià Márquez ante el micrófono de DAZN nada más conquistar Álex su segundo título, ha habido gente que ha dudado de la calidad de Álex, pues bien aquí está su segundo título mundial, que añadir a los dos campeonatos de España que ganó en su momento. En declaraciones posteriores a Cataluña Radio, papá Juliá afirmó que se sentía muy orgulloso de tener dos hijos como los que tengo. Este segundo título de Álex lo deseábamos mucho todos porque, aunque la gente no lo crea, ser el hermano de Marc, más que abrirte puertas te añade, sobre todo, presión, mucha presión y él lo lleva bien y lo consigue. Este año a Álex se le ha visto diferente, muy confiado en sus posibilidades, en él mismo, se le veía en los entrenamientos cuando iba siempre solo, buscando sus trazadas, su puesta a punto, sin preocuparse demasiado de los demás.

Lo cierto es que la explosión de Álex se ha producido nada casualmente la temporada en que Emilio Alzamora ha construido a su alrededor un equipo humano y técnico clonado del que sostiene y comparte su hermano Marc. El hecho de que Joan Olivé se hiciese cargo de la dirección del equipo Estrella Galicia 0,0 Marc VDS, que Rubén Castells se convirtiese en su asistente, Berta Brau en su jefa de comunicación, David García en su técnico, mantuviese a Guille Carrillo como mecánico de confianza y Albert Talamino, como telemétrico, ha sido, cuentan, vital para la conquista del título de Moto2, pues así lo ha reconocido el propio Álex.

Álex, que había renovado por su equipo para repetir campeonato en Moto2 en el 2020, con la misma moto y el mismo equipo técnico, fue, en principio, vetado por Yamaha para tener la posibilidad de correr, la próxima temporada, en el equipo satélite de la firma de los diapasones y, a partir de ese instante, tanto él como su manager, Emilio Alzamora, decidieron renovar con el equipo de Moto2.

Fue a partir de la sorprendente retirada del pentacampeón mallorquín Jorge Lorenzo, incapaz de hacerse con los mandos de la poderosa, crítica y física Honda RC213V que Marc Márquez ha convertido seis veces en campeona en los últimos siete años, cuando a Álex se le abrieron las puertas del firmamento de MotoGP. Cuentan que una vez conocida la intención de Lorenzo de retirarse (cosa que ocurrió, contó Alberto Puig, director deportivo del team Repsol Honda, tras el GP de Malasia), el equipo campeón de la firma alada analizó tres posibilidades: ascender al veterano piloto británico Cal Crutchlow, de 34 años, del equipo satélite LCR al oficial Repsol Honda; fichar al bicampeón francés de Moto2 y ya expiloto de KTM, Johann Zarco o contratar al campeón de Moto2, que no es otro que Álex Márquez.

Finalmente, tal vez por su juventud (23 años), por su proyección, porque ya lo consideren preparado y, sobre todo, cómo no, por ser el hermano de quién es y por lo mucho y bien que Marc habló de él en los últimos días, el team Repsol Honda ha decidido darle la alternativa, sin prisas pero sin pausas, sin presión alguna por la necesidad de ganar (ya gana, y bien, y mucho, su hermano Marc) para que se haga con los mandos de esa poderosa moto, tan difícil de pilotar.

Álex, que firmará por un solo año para así estar en las mismas condiciones que todos los magníficos (Valentino Rossi, Maverick Viñales, Andrea Dovizioso, Àlex Rins, Fabio Quartararo...) acaban, de momento, a finales del 2020, no podrá llevarse, al parecer, a todo su equipo técnico, tal y como le ocurrió a su hermano Marc cuando fue fichado, a mitad del 2012, cuando ya se veía que iba a ser campeón de Moto2, por Honda. Marc tuvo que esperar al 2014, una vez demostrada su enorme valía con un espectacular y revolucionario 2013, cuando se convirtió en el campeón del mundo de MotoGP más joven de la historia, para completar, en Repsol Honda, el equipo técnico que le hizo campeón en el 2012 en Moto2.

Cuentan que Alberto Puig no tenía duda alguna sobre la opción y proyección de Álex Márquez, importándole muy poco lo que la gente pudiese hablar sobre su contratación pues estaba haciéndose con los servicios de todo un bicampeón del mundo. Muy pocos equipos oficiales poseen todo un bicampeón como segundo espada. Dicen, que las dudas estaban en alguno de los responsables japoneses y, sobre todo, en la posibilidad de que al Mundial, por cuestión de imagen, de presencia en un mercado como el francés, le interesase más que Honda se decantase por el francés Zarco. No hay duda que el discurso ilusionante mostrado por Marc a lo largo del pasado fin de semana, en Cheste, ha debido influir, finalmente, en la decisión del equipo ganador de la Triple Corona.