Joan Mir (Honda) ha vuelto a estar enorme en Misano. El joven piloto mallorquín, de 20 años, ha sabido sobrevivir al diluvio en el Gran Premio de San Marino, ha dejado que el veterano italiano Romano Fenati (Honda) triunfase a lo grande, a lo majestuoso, a lo bestia ante su público, cruzando la meta 28 segundos antes que Mir y ha mantenido a distancia los dos pilotos, Aron Canet (Honda), que acabó cayéndose, y al local Fabio Di Giannantonio (Honda), tercero, que amenazaban la ‘plata’ del balear en esta carrera.

Mir, cuyo objetivo ya es encarar la recta final de la temporada y, muy especialmente, el triple asiático (Japón, Australia y Malasia) para coronarse nuevo rey de Moto3 y llegar al último gran premio de la temporada, en Cheste (Valencia), proclamado nuevo campeón del mundo, ha sabido mantener el equilibrio en una pista que era puro espejo, puro cristal, y donde se han producido hasta 23 caídas, con cinco pilotos que se han ido al suelo en más de una ocasión y algunos de ellos incluso han terminado en los puntos.

Susto en la vuelta de formación de la parrilla

Mir abandona Italia con rumbo a Motorland (Aragón, 24 de septiembre) con 61 puntos (más de dos victorias) sobre Fenati y 84 más que Canet, de modo y manera que, dependiendo del resultado del próximo gran premio, el mallorquín podrá empezar a escoger la carrera y el país para coronarse campeón: Japón, Australia o Malasia. “Antes de empezar la temporada -ha explicado Mir al bajarse del podio—sabía que estas dos carreras, Misano y Aragón, eran vitales para aspirar al título. Si fallaba en estas dos, se me complicaba la vida, así que este segundo puesto, muy trabajado, un segundo lugar de equilibrista, me sabe a victoria. Y, sí, puede que haya sido la carrera más difícil que he disputado hasta la fecha”. Y Mir lleva ya 32 grandes premios.

“La pista resbalaba una barbaridad, muchísimo y no sabías por qué se caía la gente. No entiendo como Romano (Fenati) ha podido ser tan rápido durante tantas vueltas. Yo me he dado cuenta enseguida de que seguirle era misión imposible”, explicó Mir, que contó que, ya en el vuelta de formación, cuando iba a colocarse para la salida, “he sufrido dos sustos que he pensado ‘Dios cómo va a ser esta carrera’. Por eso me he tomado la salida con mucha tranquilidad”.

Martin, que iba segundo, para repetir sus gestos. “Si él dudaba, yo dudaba; si él patinaba, yo me lo tomaba con calma…siempre copiándole hasta que, de pronto, al final de la recta, mucho antes de tomar la primera curva, se ha caído sin hacer nada. Y ahí me he asustado, la verdad, bajando un poco mi ritmo”.

El mallorquín bromeó pues había quien, en Mallorca, contó que igual podía ser campeón en Aragón, cinco carreras antes de concluir la temporada. “Cuando lo vi escrito pensé ‘¡menudo loco!’ y, ahora que llega Aragón, pienso ¡vaya mierda de temporada, pues no vas a ser campeón en Aragón! Y, no, la verdad es que estoy muy feliz, mucho, pues ahí cerraré mis cuentas y empezaré a pensar en el triplete donde podemos salir campeones”.