Hay decenas y decenas, centenares, yo diría que miles de seguidores amarillos. Ustedes ya me entienden, de Valentino Rossi. Muchos, sí. Pero Motegi, Japón, es, posiblemente, el lugar del mundo donde más seguidores hay, al margen de los circuitos españoles, de Marc Márquez. “Este es un país exquisitamente respetuoso con todo el mundo, donde la educación está por encima de la media y donde todo, todo, se hace con una tolerancia admirable, así que no ha de extrañarnos que, afortunadamente, aquí convivan, como debería ocurrir en todos los rincones del planeta, los seguidores de todos los pilotos del Mundial”, celebra Márquez, que ha acudido, junto a Andrea Dovizioso, a una multitudinaria firma de autógrafos que ha sido toda una fiesta.

HASTA UN 'CAGANER'

En ella, en esa fiesta, los aficionados japoneses han agradecido a Márquez, no solo su presencia, no solo que corra para una de sus marcas, no solo que les represente por todo el mundo, sino que luzca un casco nuevo con un montón de símbolos japoneses, entre ellos un divertido rediseño japonés de su mascota, la hormiga trabajadora y, este año, más calculadora y ahorradora del Mundial.

Es más, le han hecho multitud de regalos, entre ellos un ‘caganer’ Marc Márquez, que una fan ha comprado por Internet, ha recibido por correo desde Catalunya y se ha desplazado 450 kilómetros hasta Motegi para regalárselo al ‘nen de Cervera’. Brutal ¿a qué sí? “Pues sí, tremendo”, añade el casi pentacampeón catalán.