Vale, de acuerdo, es verdad, no es Marc Márquez. Quiero decir que no está en el momento de forma del heptacampeón catalán, ni domina la categoría de MotoGP como la dominaba antes. Es más, es Márquez quien ha conseguido hacerse con su trono de forma arrolladora desde que, en el 2013, debutó a los mandos de su poderosa Honda. Desde aquel año, cuando se proclamó el campeón del mundo más joven de la historia, solo el tricampeón mallorquín Jorge Lorenzo, entonces en Yamaha, ha sido capaz de arrebatarle uno de los seis títulos que podía haber acumulado, el del 2015.

No es Marc Márquez, claro, entre otras razones porque les separan, nada más y nada menos, que 14 años. Pero el italiano Valentino Rossi, de 40 años, continúa demostrando, no solo su enorme profesionalidad, su tremenda motivación, su pasión por la competición y las carreras, sino su predisposición, como comentó anoche, tras la conferencia de prensa tras la composición de la parrilla del GP de EEUU (21.00 horas, DAZN TV), que va a pelear con todas mis fuerzas para derrotar el domingo a Márquez, que siempre está impresionante en Austin y tiene algo más que nosotros.

GRAN ARRANQUE DE 'VALE'

Rossi, en efecto, sí, sí, es cierto, lleva casi 700 días sin ganar. Su última victoria data del verano del 2017, en Assen (Holanda). Pero no olviden que, desde aquel día, tampoco gana Yamaha alguna. Pero el Doctor, a quien ayer elogió, de nuevo, Márquez, al que jamás se le han caído los anillos por reconocer la tremenda categoría de Vale, está teniendo un inicio de Mundial impresionante. Solo algunos datos. En Catar, tras una mala quali (14), remontó hasta la quinta posición. Y, en Argentina, saliendo desde la segunda fila, acabó imponiéndose de forma contundente al subcampeón Andrea Dovizioso (Ducati).

Después de Márquez, después del 2013, después de los cinco títulos conquistados por el nen de Cervera, nadie de la parrilla actual de MotoGP tiene tantos podios como Rossi en la era Márquez. Es más, con 16 años más que su compañero de equipo (considerado, siempre, tu principal rival, en MotoGP y F-1), Maverick Viñales, Rossi le saca ya 22 puntos de ventaja, es decir, casi una victoria, que ninguno de los dos, insisto, suman desde agosto del 2017.

ELOGIOS DE TODOS

En Austin, Texas, Estados Unidos, donde su Yamaha ha vuelto a demostrar que es una moto en ascenso, se ha colado justo pegadito a Márquez, cierto, a 0.273 segundos, que es una distancia considerable, y saldrá a por todas desde la segunda plaza. Por eso, cuando le hemos preguntado al pentacampeón catalán de MotoGP si se ha extrañado del magnífico crono y posición en parrilla de Vale, Márquez ha venido a decir que a él nunca le extraña todo lo que hace Rossi.

Cuando hemos hecho el FP4 (el último ensayo del sábado antes del válido para componer la parrilla) y he visto su ritmo, sabía que estaría ahí, en la pelea por la pole y mira lo poco que me he equivocado. Márquez, que nada más llegar a Austin, su circuito preferido junto al de Alemania, recordó que su saludo con Rossi en el podio de Argentina fue como el primer beso que le das a una chica, considera que el veterano piloto italiano sigue siendo uno de los pilotos más competitivos de la parrilla actual, cosa que también ha señalado hoy el mítico piloto norteamericano Kenny Roberts, tricampeón del mundo de 500cc (1978, 1979 y 1980), que elogió el coraje del Doctor.

Era evidente que, tras ese elogio, había que preguntarle al campeonísimo de Honda cómo interpretaba el gran papel del veterano campeón, que lleva nueve años persiguiendo su décimo título mundial, pues su último cetro data del 2009. A mí me resulta muy curiosa la manera que Valentino emerge cada año. En pretemporada, cuando empezamos los test invernales, parece que no está verdad? No está, no está, no está y, de pronto, alguien dice, escribe o cree que este año ya va de bajada y, de pronto, cuando empiezan las carreras, pam!, resurge.

Márquez, un piloto tan profesional, tan exigente consigo mismo como Valentino, insiste: Cuando tienes talento y la moto funciona, suelen aparecer los resultados. Nadie debería dudar del talento de Rossi. Valentino tiene talento de sobras y, ya ven, la Yamaha, que todo el mundo dijo que no iba bien, funciona y eso que decían que estaba en crisis. No debe ir tan mal como dicen, cuando Viñales hizo el mejor tiempo el viernes y Valentino se ha metido segundo en la parrilla, sin olvidar que las Yamaha satélites de Fabio Quartararo y Franco Morbidelli siempre están ahí.